flechá

• catorce •

—Estoy bien. —le dije a mi papá que estaba más enojado que la cresta.

—¿Cómo que estai bien?! —exageró— Ese cabro hueón tiene que parar!

La Paz le estaba avisando al Vicente lo que había pasado.

—Papá, para —dije agarrándolo, tenía los ojos llorosos.— No me pasó nada.

—Es que... —lloró— Yo tendría que haber estado contigo todo el tiempo, y me fui. —me abrazó y seguía llorando, puta que me dio pena.— Perdóname hija.

Mi mamá nos miraba con los ojos cristalizados, el Fabián se encargó de llamar a los carabineros.

—Papá tranquilo —dije con la voz quebrada— Eri la raja y yo estoy bien.— asintió.

—Tranquilo tío. —lo abrazó la Vale

—Tenemos que ir a ver a la Brenda. —dije— Vamos.

—¿Qué le pasó a la Brendita? —preguntó mi mamá.

—No contesta nada, tenemos miedo de que le haya pasado algo. —respondió

—¿Las llevo? —preguntó el Matías.

—No —respondió la Paz— Estamos bien así.

—Mejor que las lleve el Matito. —insistió mi papá.

No hueón.

—No papá —dije— Vamos solas.— asintió y salimos de la casa.

Llamada entrante: Vicente💗

—Aló? Dónde estás? —preguntó agitado.

—Saliendo de mi casa, vamos a la casa de la Brenda porque creo que le pasó algo.

—Voy para allá. —afirmó.

—Bueno —dije— Chau.

—Nos vemos.

[. . .]

—No se escucha su celular a dentro. —dijo la Paz llamando desde a fuera de la casa.

—Golpeemos no más. —dijo el Vicente golpeando la puerta.

No salió nadie.

—¡Brenda! —grité golpeando más fuerte.

—¿Qué quieren? —dijo la mamá de la Brenda pa el pico, con cuea estaba pará.

—Tía —dijo la Paz— ¿Dónde está la Brenda?

—Pescó todas sus hueaitas y se fue en la mañana. —dijo sin importarle— Que se vaya y no vuelva! Va a volver porque no tiene dónde quedarse. —se rió y nos cerró la puerta en la cara.

Mamá del año.

—No hueón... —susurró la Vale a punto de llorar— ¿Dónde estará?

—No sé. —respondí, la Paz negó con la cabeza.

—Tenemos que buscarla —dijo el Vicente— Debe haber pasado algo cuático para que se haya ido así.

—¿A quién buscan chiquillos? —preguntó una viejita abriendo la puerta de la casa de al lado.

—Estamos buscando a la Brenda ¿Sabe algo? —preguntó la Valeria asustada— Dígame que sabe algo...

—Sí, supongo que se fue por el escándalo de anoche. —dijo entrando a la casa— De ahí no sé nada— cerró la puerta.

—Por la chucha. —dije abrazando al Vicente

—Tranquila, vamos a buscarla. —dijo.

Tenía muchas ganas de llorar, la Brenda se había ido sin avisarle a nadie y quien sabe dónde cresta está metida.

Brenda // Flashback

9:34 a.m

Desperté en la cama de mi mamá, la almohada tenía un poco de sangre de mi frente.

—Hace el desayuno Brenda. —escuché decir a mi vieja.

Estoy harta, no puedo más con esta vida culiá que llevo.

—No. —respondí parándome para ir a buscar un bolso.

—¿Cómo que no hueona? —se enojó.

—No —la empujé— Porque me voy de esta casa culiá, estoy chata de tí. Se rió

—Vai a volver, ahueoná. No tení donde caerte muerta.

—Y tú... —dije en su cara— Me dai pena, cinco años y aún tomando por un culiao que no te quiso.

No dijo nada viéndome echando mi ropa al bolso, fuí al baño a echar shampoo y acondicionador en mi bolso y me limpié la herida.

—¿Y con qué me voy a bañar yo? —preguntó.

—Te cagai no más po —dije— Tení plata pa drogas no vai a tener para un shampoo culiao.

Guardé plata que tenía ahorrada y me fui.

Lejos.

// Fin Flashback

Julieta

Volvimos a mi casa a explicarles a mis papás lo que le pasó a la Brenda, estábamos llorando de desesperación, mi mamá fue dónde los carabineros para darla como desaparecida.

Los pacos no hicieron nada, estábamos desesperadas por hacer algo pero según ellos nada se podía hacer porque se fue por su cuenta.

—Quédense a dormir acá chiquillos. —dijo mi mamá— Deben de estar muy cansados.

No pegamos ni un ojo en toda la noche, me abracé al Vicente acostados en mi cama.

—Sólo quiero saber si está bien. —dije aguantándome las ganas de llorar.

—Tranquila, la vamos a encontrar —dijo— Hay que seguir buscándola, ya?— asentí.

No quería creer la hueá que estaba pasando.