VII

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Seung Hyun no pudo pegar el ojo en los días subsiguientes por miedo a encontrarse nuevamente en los brazos de Ji Yong. Durante el día se la pasaba tendido en algún rincón oscuro del bosque, pero tan pronto como empezaba a ocultarse la luz del sol, el terror se apoderaba del joven noble.

Para evitar caer en las garras del sueño se ponía a vagar por las montañas. El viento revolvía sus cabellos y hacia que se agitarán como negras serpientes sobre sus hombros. El tenía todos sus sentidos atentos ante el menor atisbo de un nuevo horror. Cuando el cielo había tormenta, le parecía ver el rostro de todos los asesinados en las nubes. El viento frio sobre su rostro era como los besos que Ji Yong le mandaba a la distancia. Corría sin rumbo en una noche sin estrellas hasta que se le ocurrió detenerse a contemplar el cielo e intentar orientarse. Las nubes comenzaron a despejarse y e hicieron paso a la luna llena en el firmamento.

Un destello de esperanza ilumino la aturdida mente de Seung Hyun y echo a correr hacia el cementerio. Como había supuesto, encontró al anciano hechicero sentado sobre una piedra.

-Así que has regresado- exclamo al ver al joven jadeante arrojarse a sus pies.

-¡Sálvame! ¡Ayúdame!- dijo Seung

-No supiste valorar mi consejo. Por algo te advertí que no despiertes a los muertos.

-¿Por qué hiciste la advertencia tan misteriosa? ¿Por qué no me dijiste lo que iba a pasar?

-¿Aun así me hubieras hecho caso o hubieras seguido con tu pasión desenfrenada?

-Tienes razón- admitió Seung Hyun

-Solo hay una forma de salvarse y requiere toda fuerza de voluntad- Seung presto mucha atención- Solo durante la luna nueva él duerme el sueño de los mortales y lo abandona todo tipo de poder sobrenatural. Es en ese momento que tienes que matarlo-

-¿Matarlo?- Dijo con algo de tristeza Seung Hyun

-Sí, le atravesaras el pecho con una daga afilada que yo mismo te daré.

Seung Hyun acepto, pues pensó en el horror que el bello Ji Yong le causaba que era aún mayor que la pena que sentiría cuando acabara con su vida. Para protegerlo, el anciano lo guio a una cueva que el mismo había encantado y en la que debía permanecer por dos semanas hasta que la luna nueva apareciera en el firmamento.

Durante los días siguientes, él no pensó en otra cosa que no fuera Ji Yong. A veces a su cabeza llegaban imágenes de su feliz unión, pero luego recordaba el monstruo en el que se había convertido. Sin embargo sus noches eran aún más espeluznantes. Escuchaba a su esposo rondando la entrada de la cueva que no podía atravesar por el fuerte encantamiento.

-Seung Hyun, amado esposo ¿Por que me huyes? ¿Acaso no eres mío?

Seung no respondía y Ji Yong cambiaba su tono de voz en uno más amargo, lleno de odio y rencor.

-Acaso piensas matarme Choi Seung Hyun. No cometas ese acto o será nuestra perdición, para mí y para ti también.

Así pasaron catorce días y catorce noches, hasta que finalmente llego la luna nueva. El hechicero fue a buscarlo y juntos se dirigieron hacia su castillo transportados con la rapidez de una tormenta que barre la llanura. Todas las puertas se abrieron cuando el hechicero pronuncio una sola palabra y nos les tomo nada llegar hasta la habitación de Ji Yong. Lo encontraron en su lecho, sumido en un sueño profundo y luciendo bellísimo como siempre. Su semblante no reflejaba ninguna huella del vampiro en que se había convertido.

Seung recordó las dulces horas de sus caricias y fue incapaz de coger la daga que el brujo le tendía.

-Tienes que dar el golpe ahora mismo, si te demoras una hora mas, lo tendrás sobre tu pecho succionándote la sangre al amanecer.

-Horrible....Horrible...- balbuceo Seung Hyun pero empuño la daga y la hundió en el pecho de su amado- ¡Yo te maldigo para siempre!

Mientras brotaba la fría sangre que empapaba su mano, Ji Yong abrió los ojos y se quedó mirándolo y con su voz cavernosa y agónica le dijo a su esposo.

-Tú también estas condenado a la perdición .

-Pon la mano sobre sobre su cadáver y pronuncia el juramento señor Choi

-Jamás pensare en él con amor. Jamás lo evocare deliberadamente y si su imagen acude a mí, lo expulsare gritándole ¡MALDITO SEAS!

-Has cumplido con todo, ahora debemos volverla a la tierra del que nunca debiste haberlo llamado.

No Despiertes a los Muertos (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora