Especial Alan Navarro. Secuestrador

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Secuestrada ahora era su esclava, no tengo ni la menor idea de lo que me haría pero del solo escuchar lo, hace que tiemble y me paralice después.

- Vamos chica que no te haré nada malo, al menos yo no- ni siquiera puedo reconocer su voz, no sé quién es y no recuerdo haberlo visto.

- ¿Quien e-eres?- mi voz temblaba bajo la sábana que me cubría.

- No te puedo decir eso, comprenderás que te estoy secuestrando y sería una estupidez pero puedes llamarme Peter pan- se notaba muy tranquilo

- ¿Qué haras conmigo?.

- Yo solo te llevaré a un lugar los demás se encargarán de ti. Es mucho por hoy.

Para el auto y me inyecta una sustancia la cual me provoca nauceas pero antes que pudiera vomitar me caí en un sueño profundo.

Desperté y sentía un elefante sobre mí. Había tenido una gran pesadilla...bueno la pesadilla es real y las cadenas en mis manos y piernas son las que lo delatan.

- ¿Hola?- mi voz era cansada y parecía arrastrarse en cada letra.

Nadie contesto hasta que Peter pan entro por una puerta, la luz se infiltró en la obscuridad de la habitación y me cegó por unos segundos.

- Bien señoritas, les daré de comer y saben las reglas- ¿Como podía estar tan tranquilo y amable?- para ti TN que eres nueva te explicaré cada detalle.

Toco el interruptor y la luz invadió la habitación, mi ojos automáticamente se cerraron y ardieron como nunca. Tan solo dos minutos tarde en acostumbrarme y mire el lugar donde estaba. Habían otras cuatro chicas a mis lados, todas mirando hacia abajo.

- La primera- me pateó mí estómago, mis ganas de vomitar regresaron provocando que el piso gris se manche de rojo por mí sangre - Debes tener la mirada abajo cuando nosostros estemos presentes. Respeto hacia nosotros.

- Eso no es respetó- logré decir - es violación a nuestros principios.

- No debes hablar- me volvió a golpear- solo si te lo permitimos.

Siguió explicando sus absurdas reglas mientras a mí me valía un bledo y examinaba el lugar. Era un gran salón, su color debía ser blanco pero hay mugre y sangre decorando lo. La puerta estaba marcada con nombres y sangre.
Había una mesa de cristal y seis sillas a su alrededor " como sigue viva la mesa" sin ningún rasguño, parecía intocable.
Había un inodoro, una bañera y un lavamanos descubiertos, no había más que una cortina para cubrir el baño.
Habían dos sofás grandes y una enorme cama con un mueble aún lado. Bajo la cama pude ver recipientes de pastillas y envolturas de preservativos.

- No soy virgen- interrumpí su dictadura de reglas - ¿Qué es lo que quieren?.

Esta vez no respondió con golpes o palabras, solo se rió y se fué.

- Debes escuchar lo - la joven a mi lado me aconseja- No hay nada que se pueda hacer. Soy Joselyn.

- Debe haber una salida - yo era la única con emociones en mis palabras.

- No hay alguna, hay perros detrás de la puerta- la chica de la esquina me mostró sus piernas- fue un pitbull y un doberman. Soy Alondra.

- Joselyn y Alondra, dejen de darle esperanza a TN. No podrás salir de aquí mocosa.

- Amber calla, no queremos a otra suicidándose- la última chica habló, era la más calmada- soy Fernanda. Antes de ti había una chica llamada Beatriz pero se mató. Hay salida ¿Crees que no se cansaran de nosotras? Estos imbéciles no son capaces de matar a una persona, nos dejarán salir.

La puerta se volvió abrir y todas guardamos silencio pero yo seguía con la cara levantada, quiero probar si son capaces de matarme, no importa cuanto pueda sufrir.

- Aún no entiendes - ladea su cabeza - pero eso me pasa por ser calmado y gentil con ustedes. La próxima vez el arbusto vendrá a alimentarlas.

Amber, Joselyn y Alondra soltaron un grito de pánico mientras que Fernanda solo guardaba silencio. Por mi lado yo no comprendía nada, se fue acercando a nosotras y nos desató.

- Vendré en unos minutos con la comida, será mejor verlas sentadas en sus sillas o querrán que Ares las muerda.

Intenté seguirle pero solo me dió un pequeño empujón y caí al suelo.

- Tomó asiento ahora - Amber se notaba furiosa.

- Cálmate Amber es nueva, tu hiciste las mismas estupideces cuando llegaste- Joselyn intento calmar la.

-¡Es una inútil! Ni siquiera logrará complacer los.

- ¡No sabes de lo que soy capaz! Cierra la maldita boca o yo te la golpeare- talvez no debía discutir con ellas pero era necesario.

- A todas nos encerraron aquí por ser débiles y frágiles ¿Crees que secuestrarian a una boxeadora? Estúpida- Alondra intervino.

Pero eso era falso o al menos por mí, yo si quiero puedo matarlas con mis zapatos... Los cuales no tengo ¡Pero puedo!.

- Alondra tiene razón- Peter pan entro junto a un chico similar a el.

- Claro Peter, son unas débiles- la voz de me hacía familiar.

- ¿Y tú quien eres?- era amenazante mi voz pero ellos no se intimidaron.

- Debería decirte aún con ese tono- el solo río pero era claro que lo conocía.

- Alan Omar Leyva Navarro- pronuncie fuerte y lentamente  - mi novio te hará pagar cada una de tus acciones.

One Shots - CD9.Historias cortas, CD9 y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora