Fragmento 3

230 19 2
                                        

En cierto hospital, los médicos, enfermeras, paramédicos y prácticamente todo el personal del recinto, corrían de un lugar para otro, tratando de atender a todos los pacientes que en ese momento estaban llegando, los pacientes menos graves simplemente los dejaban en espera o los derivaban a otros recintos mas cercanos, ya que solamente estaban priorizando a los que venían con heridas más graves, como quemaduras de tercer grado, amputaciones, operaciones de emergencias, etc...

Ya en cierta sala se encontraba un paciente que prácticamente los doctores lo habían dado por muerto, pero el chico que en ese momento se encontraba en el lugar, no dio la autorización para desconectarlo de la máquina que lo mantenía con vida.

Un Joven doctor de caballo negro azulado, estaba al lado del paciente, este estaba con muletas, ya que una de sus piernas estaba enyesada, también tenía varias vendas que cubrían sus brazos y tórax

—Los doctores de este lugar dijeron que posiblemente no despertarías nunca y que sería mejor desconectarte antes que tus órganos empiecen a fallar... Pero no quiero, tu corazón aun late, aun respiras, aunque sea con la ayuda de esa máquina, ¡AUN SIGUES CON VIDA! ... - bajo su cabeza y cerrando sus ojos murmuro

—¿porque no me dejaste?, ¿porque tuviste que volver por mí?, si no hubiera sido por eso, tu no estarías ahí, yo debería estar en ese lugar y no tu –cerro con más fuerza sus ojos, para tratar de no soltar lagrima alguna, pero fue en vano

—¡PERDÓNAME SANJIIII...!

Varios FragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora