Constantemente se repetían sus palabras en mi mente, como si escucharas una canción pegadiza y no pudieras sacarla de tu cabeza.
Me sentía justamente así, me sentía bastante feliz, tal vez aquel día no hablamos mucho, pero esos pocos minutos fueron suficientes para llenar de alegría y paz a mi pequeño corazón, que sufría por ciertos problemas.
Durante aquella semanas de marzo habían sucedido varias cosas y entre ellas se encontraba el divorcio de mis padres que aunque ya había pasado un mes desde que me enteré aún me sentía un poco triste, pero al recordar la hermosa sinfonía de aquel día, por un momento, solo por un momento dejaba de pensar en todo lo que sucedía a mi alrededor.Solo pasaron dos días.
Y volvió a suceder, pero esta vez fue diferente.
Los nervios me invadieron de nuevo, pero esta vez ya era un poco diferente ya que era la segunda vez, pero aún quería dar una buena impresión.
La pena y los nervios no podían impedirlo, no esta vez.
Y así fue, hablamos de nuevo y me sentía tan feliz, tan positiva, tan... Emocionada.
Siendo sincera jamás creí llegar hasta ahí, no creí que volviera a suceder, que volviéramos a hablar.
Aún recuerdo lo emocionada que estaba.
Empezamos hablando de una cosa y terminabamos hablando de otra cosa.
No recuerdo exactamente cómo surgió el tema de una película que me encantaba mucho, pero que en cierto modo se relacionaba con nosotros.
Lo que si recuerdo es que empecé a llamarlo Taki..
Es algo que jamás voy a olvidar, por ahí empezó todo.
Creí que sería un buen amigo, que es lo que me hacía demasiada falta, un amigo, alguien a quien contarle cómo me siento, que hago, que no hago.
Necesitaba un compañero.
Un amigo fiel.
Qué eso tampoco olvidaré, aquel día me cantó soy tu amigo fiel, algo que también llegó hasta el fondo de mi corazón, por qué era lo que necesitaba, un amigo fiel.
Podría decirse que lo que yo sentí fue amor a primera vista, si es que se le puede llamar así.
Pero es que así fue.
Fue un "click" rápido, pero quería comprobar que así era, que era un click y que no me estaba equivocando.
También recuerdo que ese día llegué muy cansada a la escuela, que todos me miraban y decían "¿Una mala noche?" Cuando no fue así, fue una noche increíble, pude haber llegado cansada, pero llegué feliz, con ganas de seguir adelante aún con el tremendo sueño que tenía en la mañana, a las siete de la mañana para ser exactos.
Tampoco voy a negar que me dormí, por qué si, si lo hice, por lo menos dos horas, pero había valido completamente la pena, haber dormido dos horas y media había valido la pena.
Nadie sabía el por qué y posiblemente habían pensado que me quedé toda la noche viendo vídeos, ¿Qué más haría?
Pero no, pasé toda la noche sintiéndome tan feliz, que no quería ni contarlo, pero aquella sonrisa me delataba un poco, "¿Es por una persona?"
Asentí millones de veces, pero no me atrevía a hablar de más.
Quería que fuera un secreto que solo lo delatara mi cansancio y felicidad.