Era una persona exageradamente antisocial, no llamaba la atención de ningún hombre y a decir verdad tampoco quería hacerlo.
Habían pasado dos años sin interesarme en alguien y de pronto llega un chico y en menos de una semana ya me había enganchado completamente, inexplicablemente.
Bueno, sinceramente si había una razón, resumiendo todo... Por qué simplemente era él y eso aghhh.
Era tan lindo, sé que lo repito constantemente pero ¡es por qué es verdad! En el transcurso de mi vida solo he tenido cinco novios, a comparación de mis amigas que me contaban que tenían millones, yo no.
Aunque tuve cinco novios anteriormente, ninguno se compara con este increíble chico, podría decirse que él es lo que siempre había querido pero no lo sabía ni yo misma.
Con el pasar de los días me daba cuenta del gran amor que este mismo había creado sin saberlo, sin darse cuenta, ya me tenía a sus pies.
Constantemente mira la luna por mi ventana y le contaba lo tanto que me gustaba, ni siquiera me atraía físicamente, de verdad me gustaba.
No sé si les ha pasado pero... Este chico podría ser el sexto en mi vida, pero podría llamarlo mi primer amor verdadero.
¿Por qué?
Por qué jamás había sentido tantas cosas, jamás me había sentido tan feliz, jamás había tenido tanto miedo de perderlo y ahí te das cuenta.
¡Me enamoré!
Diariamente se lo repetía a mi madre hasta que se harte, jamás mencionaba su nombre pero si mencionaba lo especial que era, jamás había hablado maravillas de una persona, jamás....
Jamás había vivido algo así.
Mi mejor amigo siempre me hablaba de lo hermoso que era enamorarse verdaderamente por primera vez, jamás lo había visto de esa manera, de su manera, pero todo empezó a ser color rosa para mí, a mí me causaba tanta felicidad, incluso dejé de ponerme triste... Podría decirse que fue el mejor mes de todo el año, aquel mes de marzo... Fue tan maravilloso.