No me acostumbro (KatsuDeku)

Sus besos

Fue con un beso que comenzó la relación que Kacchan y yo mantenemos actualmente. De eso van casi 3 meses y aún lo recuerdo todo perfectamente. En realidad, dudo que algún día pueda olvidar el más mínimo detalle.

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Flashback

Después de no haber podido hacer nada para ayudar a esa niña pequeña, Eri, y saber que existía un candidato ideal para heredar One For All, el cual no era yo, mi ánimo estaba por los suelos.

La charla que sostuve después con All Might me hizo sentir aún peor.

Después vino la reunión con los profesionales a los que Nighteye contactó para trabajar en equipo en el rescate de Eri...eso fue demasiado para mí.

All Might ya me ha reprendido varias veces por lo fácil que lloro, aun así no puedo dejar de hacerlo. Menos cuando Iida y Todoroki se mostraron preocupados por mí en el comedor.

No creí hubiera alguien más prestando atención a esa escena y a lo mal que me estaba sintiendo.

- ¡Oye, maldito Deku! – Escuché la voz de Kacchan gritarme mientras caminaba a la salida del salón una vez finalizadas las clases del día – Ven aquí.

- ¿Eh? ¿Qué ocurre, Kacchan? – Pregunté confundido pues, antes de escuchar su voz, estaba perdido en mis pensamientos como era mi costumbre últimamente.

- ¿A ustedes quién los llamó? Malditos extras ¡Piérdanse! – Gritó el rubio a Iida y Uraraka quienes me esperaban en la puerta para regresar juntos a los dormitorios.

- ¿Qué diablos te ocurre, Deku? – Me preguntó directamente Kacchan una vez que solo quedamos nosotros dos en el salón – Estás aún más Deku que de costumbre ¿No decías que me ibas a superar? ¿Es que me estás subestimando por el hecho de estar haciendo residencias y te das el lujo de estar en las nubes?

- ¡¿Qué?! No, no es nada de eso, Kacchan. Es solo que...- Me quedé callado al recordar que tenía prohibido hablar de las residencias con nadie.

- ¿Que qué? ¿Ahora me guardas secretos?

- Lo siento. Esto... ¿Kirishima no te lo dijo? No se supone que digamos nada de lo de las residencias a nadie

- Maldito bastardo. Yo no soy nadie y Kirishima es diferente a ti. Tú ni siquiera pudiste guardar el secreto de One For All. ¡Ahora escupe qué te pasa! – Sus gritos me hicieron estremecer pero ya no podía seguir temiendo a Kacchan así que tomé aire, cerré los ojos y grité lo que creí que sería mi sentencia de muerte.

- ¡Basta, Kacchan! ¡Eso no te incumbe en nada!

1, 2, 3 segundos pasaron y no sentía la mano del rubio explotando en mi cara. Me atreví a abrir los ojos y mi mirada se encontró con la rubí frente a mí. Su expresión era de sorpresa combinada con algo más que no pude reconocer en ese momento. Después pasó al esperado enojo sin desaparecer ese sentimiento misterioso.

- Tu...nerd de mierda – Dijo Kacchan entre dientes al tiempo que me sujetaba del cuello de la camisa del uniforme. Cerré los ojos esperando nuevamente sentir un golpe que nunca llegó.

En lugar del acostumbrado dolor, sentí algo cálido y suave presionarse contra mis labios. Abrí los ojos para encontrarme con que Kacchan me estaba besando.

¡KACCHAN ME ESTABA BESANDO!

Al inicio solamente eran nuestros labios presionados fuertemente pero entonces sentí un ligero movimiento de su parte seguido de una mordida algo brusca. Entonces se separó y, sin alejarse mucho, me miró directamente a los ojos.