12

6.3K 445 33
                                    

Maldita la hora que acepte venir.

Debí haberle hecho caso a mi subconsciente que me dijo desde un principio que esto era una mala idea, ¿pero cómo iba a decirle que no a mis mejores amigos? era su tercer aniversario y querían festejarlo a lo grande junto a sus amigos más cercanos. La culpa (y ellos también) no iba a dejarme en paz y me hubiera sentido como una mala amiga por no asistir.
Pero ahora, de saber que todo iba a ser tan incómodo hubieran pagado el precio de quedarme en casa con mucho gusto.

¿La razón de mi mal estar? Park Jimin. ¡Pueden creer que aún siento cosas por el!

Un año, ha pasado un maldito año desde que me dejó sin explicación alguna y yo aún sigo sintiéndome estúpida cuando lo veo. ¿Cómo es posible que después de lo que me hizo siga queriendolo? Tengo ganas de arrancarme el corazón, pisarlo mil veces y luego arrojarlo al mar, ¿con que derecho seguía latiendo alborotadamente por él? Bien dicen que el corazón hace lo que quiere.
Pero Jimin no se merece ni una pizca de esos sentimientos. Me abandonó a dos días de irse de gira sin decir porque, su decisión me tomó por sorpresa tanto a mi como a los chicos quienes no tardaron en preguntarme qué había pasado, pero no podía darles una respuesta de algo que ni yo misma sabía.
Me encerré en mi propio dolor y no hablé con nadie de lo ocurrido, estuve semanas preguntándome que había hecho mal, preguntándome si se había aburrido de mi o si tenía a otra. De no haber sido por Chris hubiera estado de esa forma durante meses.

Chris, no se merece esto. Él me ayudó a dejar esa tristeza de lado y no le importó mi ex a la hora de pedirme que fuera su novia un mes después.
Él sabía que aún no olvidaba a Jimin cuando comenzamos a salir y que no sería fácil hacerlo, pero decía que no había nada que el tiempo no curara y que si bien mi corazón aún fuera ocupado por el rubio tarde o temprano terminaría ocupandolo él.
Chris ahora cree que es el dueño de mi corazón y como no, si yo también lo creía.

Pero todo se fue a la mierda en la reunión de bienvenida de los chicos.
Acepte ir porque obviamente a pesar de lo sucedido ellos seguían siendo mis amigos y moría por verlos, y porque nunca imaginé que volver a verle la cara fuera a despertar todas esas emociones que no creía dormidas sino muertas. Pero ahí estaba a él, sonriendo con cuchilla en mano listo para abrir nuevamente esa herida que tanto trabajo me había costado sanar. Aunque no deje que lo notara, no se merecía ver cuánto me afectaba por lo que sonreí como si nada.

Ojalá fuera tan fácil hacer eso ahora.

Me alejé lo más que pude de la fogata, procurando desaparecer para que no me vieran y me obligaran a unirme, ya había tenido suficiente con la de ayer.

Por la tardecita antes de que cayera la noche a Jungkook se le antojó hacer una fogata con el pretexto de que él no había comprado malvaviscos en vano, y la mayoría estuvo de acuerdo yo incluída. El problema comenzó una vez que todo estuvo listo y llegó la hora de hacer la ronda. Al principio no vi nada grave, solo debía encontrar a Yoongi y sentarme junto al él, pero cuando lo localice ya estaba acomodado y no parecía querer moverse para dejarme espacio. Fue ahí cuando entré en pánico, el único lugar que quedaba libre era entre medio de Hyebin y Jimin.
La incomodidad que sentía me calaba los huesos y por más que traté de distraerme uniendome a la plática no pude. Toda la escena me recordaba a cuando solíamos viajar todos juntos y por las noches la fogata era tradición, ya fuera para conversar, comer o para que Jungkook asustara a su novia y Hoseok con historias paranormales.
En aquellos tiempos éramos seis parejas felices y el único que se sentía incómodo era Yoongi. Lo comprendo ahora.

Amaba caminar por la orilla descalza, mojarme los pies en la arena y conversar con alguien de cosas al azar. Ese alguien podría haber sido Yoongi. Hoy al medio día lo escuché decir que no contaran con él para la fogata, que lo volverían diabético de tan empalagosos que se ponían, entonces pensé: ¡genial! me quedaré con él y así evitar las miradas de reojo de Park quien anoche pareció olvidarse que ya no somos pareja. Me conversaba y sonreía como si sus sonrisas no fuera capaz de iluminar una ciudad entera y de provocarme un ataque al corazón.
Pero esos planes se fueron por un tubo porque el señor Min Yoongi huyo de mi ni bien me vio acercarme, ¡el maldito huyó de mi! Esperen a que lo agarre.

Pensé que al final tendría una caminata tranquila y solitaria, pero al parecer no estoy teniendo buena suerte últimamente.

— Veo que aún te encantan las caminatas nocturnas.

💫💫💫

Want You Back ⚡ JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora