Esa misma noche
Le cuelgo el teléfono a Christian, me ha molestado que no haya avisado antes, no habría ido a comprar toda la comida para la cena.
Me siento en el sofá, me quedo dos o tres minutos pensando que hacer.
No se me acude nada, si cenar sola o llamar a una amiga como le he dicho antes a Chris. No lo sé.
Cojo el teléfono y empiezo a mirar mi agenda de contactos... María, Lucía, Silvia, Sandra, Mónica... No sé a quién podría invitar.De repente me viene un nombre a la cabeza ¡Dylan!