Escribo fragmentos de mi historia. Pero también de la nuestra.
No se pueden hacer llamar cartas, solo son pedazos de historias que me encargué de romper cómo si fueran cristales y ahora recojo.
Fue la última vez que te vi. Y la última que me viste.
Pero las despedidas son amargas y tu en ese tiempo eras, lo que en términos generales era dulce.
Fui frío y calculador y por eso no te dije la verdad.