My Dream | Uzumaki Boruto

•02•

Narrador.

Por los techos de Konoha dos jóvenes iban corriendo a toda prisa, parecía que estaban en algo muy urgente.

— ¡____-chan! ¡Por fin llegaste!— exclamó el rubio mientras seguía corriendo a su destino, su querida amiga se había unido a la travesía.

— Sí, sí. Pero ¿A cuál lugar tan importante nos dirigimos? — dijo con una sonrisa la pelirrosa. — He dejado una ____ falsa en mi casa y a mi mamá no le va a gustar eso.

— Es verdad, Boruto. ¿Es tan importante?— dijo su otro amigo, Shikadai Nara, quien también conocía desde pequeño gracias a la buena amistad de sus padres. Shimakaru Nara, el padre de Shikadai era asistente del Hokage.

— ¡Sí, mucho! ¡Por eso lo digo!

(...)

— ¡Logramos llegar a tiempo! – dijo el rubio un poco agotado.– ¡La hamburguesa de chile azul!

Los tres chicos se encontraban en el techo de un tren, el lugar perfecto para comer obviamente.

— Oí que hoy es el último día que la venden.– dijo la pelirrosa para después encogerse de hombros.

— ¿Por qué decidí seguirte? – se quejó el azabache —.  Además, ____ ¿Cómo es que llegaste hasta aquí?

— No tengo ni la menor idea. Pero supongo que esto es mucho mejor que soportar a Sarada en casa. — Shikadai rió al escuchar la respuesta de la ojijade.

— ¿No comen?– dijo el rubio cansado de ver a sus amigos hablando y no comiendo.— Se les va a enfriar la hamburguesa.

— Ya va. – dijo el azabache.

Y los tres le dieron una mordida.

...

— ¡Pica! – dijeron al unísono mientras escupían la hamburguesa.– ¿Qué es esto?

— No me creo que todavía deje que me sorprendas. – dijo el azabache mientras tomaba un poco de su refresco.– ¿Eh? ¿____, a ti no te pica?

— ¿Debería?– dijo la pelirosa tratando de ocultar su risa, sus amigos habían hecho una cara graciosa al morder la hamburguesa. Un paso en falso y todo Konoha escucharía su sagrada carcajada.

Se quedaron en silencio por un momento. El paisaje estaba deslumbrante y había un silencio acogedor, todo estaba tan tranquilo...

— Pero este tren es estupendo. – dijo el rubio viendo hacia la aldea desde el tren. – Ya no tenemos que correr para hacer estas cosas.

— Konoha se está modernizando. – dijo el azabache.

— Pero sigue igual de hermosa. – dijo la pelirrosa para después tomar otra mordida a su hamburguesa.

— ¿Y por qué tenemos que ir a la vieja Academia Ninja desde mañana?– preguntó el azabache.

— ¡¿Eh?! ¿Es mañana?– dijo el rubio sorprendido.

— No has preparado nada ¿Verdad? – preguntó el azabache y su amiga se echó a reír.

— Tú, que eres el hijo del Hokage ¿Se te olvidó?– dijo la pelirosa entre risas. — No puedo más contigo.