✉ Se gun d a Ca r ta

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El viento golpeaba los vidrios de la ventana con insistencia y los primeros rayos de luz se hacían presentes cada cierto tiempo.

Me gustan las tormentas.

¿A quién no? Una maravilla de la naturaleza, capaz de traer felicidad tras una temporada de sequía, pero además pasajera.
Cada vez que llueva, parará. La tormenta no es para siempre, no tiene un final. Es algo que viene y va. Puede ser molesta, puede mojarte, quizás darte miedo, pero siempre terminará, y lo superarás.

Observé hacia abajo, por mi ventana. Chan se encontraba cruzando la calle allá abajo, su capucha puesta, resguardándose de la posible lluvia que pronto azotaría con fuerza.
En su mano sostenía un sobre color morado. Aquella carta que, con un poco más de emoción, me había animado a escribir reposaba prolija dentro del sobre.

No sabía quién era H.J., pero ese era el punto de este juego.

¿Juego, preguntas? ¿De qué se trata?

Bang Chan lo inició. Una forma de conocer nuevas personas, de salir de lo cotidiano.
Sólo intercambiamos cartas, él es el repartidor. Un juego completamente al azar, donde decides hablar o no con quien te toque. H.J. obtuvo mi carta, y ahora decidí continuar con su juego.

Me senté sobre mi cama, escuchando las primeras gotas golpear contra el techo y el viento mover los árboles con furia. Tomé el lápiz, que había utilizado momentos antes, entre mis dedos, recordando la carta que había escrito.

"¿H.J.? ¿No existe otra forma de llamarte? Es extraño hablar con dos letras.

No, no me hagas mucho caso. Se supone que esto es anónimo, ¿Verdad? El misterio está bien para mí. No es como que vaya a presentarme ante ti de todos modos.

Sin embargo, déjame responder de manera más adecuada a tu carta.

¿Descargarse? ¿Eso realmente sirve de algo? No creo que compartamos la misma opinión al respecto y, quizás suceda, que esté hablando con un niño y rompa tus ilusiones pero la vida no es tan fácil como para resolver todo de esa manera.

Llorar no es la solución de nada. Hablar las cosas sólo demuestra tu debilidad, una debilidad que no deseo mostrar a nadie. ¿Por qué necesitaría la compasión de alguien? ¿Por qué quisiera que me vieran con lástima?
Guardaría todas esas estupideces para una mala película romanticona de la vieja escuela.

La vida es cruel, sobre todo si eres una persona que realmente desea vivirla.

L.M."

S t r a n g e r s ; MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora