✉ Cu a r ta C ar t a

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Cerré los ojos por un momento, procesando todo lo que acababa de leer.

Es cruel.

No había otra palabra que pudiera describirlo mejor. La persona de las cartas tuvo que tener una vida bastante especial, su personalidad era peculiar y  no conocía a nadie que viera la vida de esa manera.

"Vamos, realmente no estás asumiendo que me conoces por una simple carta, ¿Verdad? Podría estar mintiéndote con cada palabra y tú como un idiota creyendo en todo lo que lees.
No me conoces y nunca lo harás, no asumas que lo haces sólo por unas cuántas palabras. Y no creas que podrás hacerme cambiar por una metáfora bañada en palabras bonitas.

¿Confianza? ¿Ayuda?

¿Quién lo necesita?

Digamos que sólo acepto, está bien amigo. Y ya que eso somos, amigos, podré ser por completo sincero contigo, ¿No es así?

El amor, la confianza, la amistad... Son sólo emociones pasajeras que sirven para que una persona no se sienta sola, es algo natural del ser humano egoísta que no quiere estar solo. A mí no me interesan. Los amigos van y vienen, te abandonan cuando tienen la oportunidad, no se quedarán realmente hasta el final, ¿Esa es la confianza y el amor del que hablas?
La personas vivimos, morimos, y ya. Así funciona la vida, nadie te recuerda luego, ¿Para qué siquiera intentarlo?
Sólo vive, deja que la vida haga contigo lo que quiera y muere. Así es como es.

Y  si no te gusta, lo siento; no soy yo quien hace las reglas.

- L.M."

Dejé la carta a un lado cuando sentí la puerta abrirse, no negaré que el ruido me tomó por sorpresa y di un pequeño saltito del susto. Del otro lado, Felix, mi mejor amigo se acercó algo preocupado por el pequeño susto.

- Lo siento, debí avisar que entraba yo...- Negué con la cabeza, restándole importancia y sonreí al ver lo que traía en sus manos.
Entendiendo el gesto, me entregó el papel junto a la pluma que utilizaba para escribir.
Aunque ya tenía todo, no estaba seguro de lo que debería escribir. La carta de L.M. me había dejado algo shockeado. No sabía cómo responder.

Volví a releer y releer, frente a la atenta mirada del australiano que cada tanto se aseguraba que todo estuviera en orden.
De repente, la respuesta llegó a mí cómo si siempre la hubiera sabido. Entonces, sin esperar más, mi mano se movió rápido para escribir mi respuesta.

"¿Realmente no deseas que nadie te recuerde? ¿Qué piensen en ti como un recuerdo bonito? Que vean una foto, un video, o piensen en ti y una sonrisa se asome junto a un recuerdo preciado...

Puedo entenderte, realmente lo hago. Me recuerdas a mí hace un tiempo atrás, cuando no podía aceptar nada de lo que me decían y, cuando lo hice, exploté de una manera que jamás creí posible.
Odiaba todo y a todos. No quería a nadie junto a mí y la mayoría terminó abandonándome. Y fue entonces cuando me di cuenta de que no estaba realmente solo.

No podría estarlo, no cuando tenía a un verdadero amigo conmigo. Alguien que, sin importar qué, se quedaría conmigo hasta el final. ¿Has visto a tu alrededor? ¿A quién tienes junto a ti? Creo que los habías mencionado, en tu primer carta, ese grupo de amigos que te obligó a jugar.

¿Qué sientes por ellos? ¿Qué sientes hacia ellos? ¿También te han abandonado? ¿O eres tú quién quiere que lo hagan?

'Vive cada día como si fuera el último. Sé feliz y nunca olvides quién eres. Vive tu vida de una forma positiva hasta el final, porque si siempre eres optimista y deseas con todas tus fuerzas vivir, cosas buenas vendrán hacia ti'.

Ese fue el consejo que mi mejor amigo me dio, ahora te lo doy a ti. Es tu decisión si lo tomas o no.

- H.J."

El papel fue cuidadosamente doblado y puesto en el sobre, Felix lo guardo en su bolsillo no si antes pegarle unos cuántos stickers.
Con una sonrisa, salió de la habitación para llevar la carta a su destino.
Me recosté sobre la cama nuevamente, intentando recordar cuándo fue que me había levantado, y observé el blanco techo que me saludaba todas las mañanas.
Aquella carta había vuelto a traer recuerdos del pasado que creía haber enterrado hace mucho tiempo.
No estaba seguro si con ella podría hacerle cambiar de parecer, pero algo en mí no quería abandonar. No deseaba soltar su mano, ahora que la había encontrado.

L.M... Si al menos pudiera ayudarlo a él...

S t r a n g e r s ; MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora