FRIENDS FOREVER (PAW Patrol fanfic)

Revelaciones y complicaciones

Saludos a todos, pensaba que esta obra iba a acabar aqui, pero parece que aun da para un poco mas, asi que aqui los dejo con el penultimo capitulo de esta historia, antes de que lleguemos a la conclusion de esta obra.

Un enorme abrazo a todos mis fieles lectores, quienes me acompañan en este recorrido, ustedes ayudan a que pueda continuar con mi obras.

Sin más preámbulos, continuamos con este tren, que el viaje aun no acaba.

Capítulo 6: Revelaciones y complicaciones

Tras varias horas de recorrido, la comitiva de Tajo seguía en camino a su destino. El viaje resultaba monótono y aburrido, incluso para Carlos, quien pese a ser el encargado de vigilar ese lugar, no había recorrido la selva en su totalidad, incluso había lugares que prácticamente se encontraban vírgenes, los que planeaba recorrer después junto a su fiel cachorro Tracker, a quien seguía extrañando, preocupado por saber cómo se encontraría. Miró al criminal, quien se veía impaciente, así que decidió seguir con la plática para distraerse un poco.

-Disculpe, quería saber algo: si fue usted.........quien le dio a Tracker su paliacate rojo?- preguntó Carlos. Tajo lo miró extrañado, sin recordar de momento esa anécdota. El mafioso comenzó a repasar en su mente diversos recuerdos, hasta que encontró el indicado.

-Paliacate rojo? Mhhhhhh.........ahhhh!!! Si, si lo recuerdo!! Yo se lo regalé personalmente cuando lo aceptamos como parte de la banda. Le dimos una paliza como iniciación para entrar a la pandilla, terminó bastante golpeado, pero estaba muy contento cuando se lo di, y lo portaba con mucho orgullo, no se lo quitaba para nada. Incluso le conseguí también una de esas ridículas mochilas especiales para cachorros, modificada para usarla con sus armas y equipo de combate, así como un cirujano para el implante del chip que hace que funcionen. Desconozco que habrá hecho con ella, pero parece que si conservó su paliacate.

-Sí, lo estaba usando el día que me rescató en la selva- dijo Carlos, rememorando ese día.

-Quien lo diría? Bien que nos traicionó, pero seguía usando esa pañoleta, parece que no nos olvidó después de todo, estoy seguro que ese cabrón no ha cambiado nada y sigue siendo un sanguinario, seguro debió matar a otros de sus dueños antes de llegar contigo.

-Que quiere decir con eso? Tracker es un buen cachorro!!! Sería incapaz de lastimar a alguien!!!

-Un criminal siempre será un criminal, niño, por eso me extraña que ese pulgoso no te haya asesinado aún, y no te dejes engañar por su apariencia cariñosa y leal. Lo conocí bien, yo lo crie, lo convertí en un can despiadado y cruel, capaz de matar a cualquiera, ya sea humano o perro. Deberías agradecerme, si no sobrevive, podrás dormir tranquilo, tener de compañía a un asesino que puede rebanarte el cuello cuando te descuides no es seguro– dijo Tajo, tomando otro vaso con licor, saboreando la amarga bebida. Carlos guardó silencio, meditando las palabras pronunciadas por el mafioso; nunca había pensado en el origen y el pasado del chihuahua bilingüe cuando lo conoció, solo lo adoptó y lo aceptó en su vida, pero esas palabras lo hicieron pensar en el hecho de que todos los días y noches que compartió con Tracker, los había vivido al lado de un peligroso criminal, un prófugo de la justicia, alguien que pudo arrebatarle su vida, y eso le dio escalofríos. Sin embargo, recordó ese día en que lo conoció, cuando el cachorro lo rescató de ese oscuro agujero, así como se convirtió en el último miembro de los Paw Patrol y luego los ayudo a rescatar a Ryder en el templo de los monos, pero sobre todo, recordaba el primer abrazo que le dio, y pudo percibir que era alguien amoroso, valiente, fiel, un cachorro con buen corazón. Todas esas ideas tan contradictorias se agolpaban en su mente, y no quería creer en las palabras de Tajo, él quería creer en lo que había vivido con su amigo, aferrándose a las memorias de los momentos compartidos por ambos: las búsquedas de ruinas antiguas, el hallazgo del tesoro de Jack Skalawack, sus viajes de exploración, los cuidados a los monos y otros animales de la jungla, la celebración de su cumpleaños, y las aventuras vividas al lado de los PAW Patrol. Esos eran los verdaderos momentos que le importaban, y no le interesaba más saber del Tracker criminal y asesino que describió el mafioso, sino del noble cachorro que conocía mejor que nadie. Se armó de valor y estaba a punto de contestarle al peligroso sujeto, cuando todos oyeron una señal de alerta en el interior del vehículo, que provenía de la tableta propiedad de Tajo.