🥃 Drunk and Incapable 🚬

🌸 extra

— ¿Mattsun?

— ¿mmm?

— ¿estás bien?

— ¿porque la pregunta?

Eran las 3 de la mañana, ya iban por la última película que se había estrenado hace meses en los cines, lo que quedaba de pizza estaba tirado en su caja a un costado de la cama para no estorbar, ambos están sentados en esta, uno alado del otro y Shouyo abrazaba una almohada.

—es que, desde hace un rato que no estas prestando atención a la película...

—solo... pensaba.

—¿es algo serio?

—podría decirse que si...

Desde hace mucho tenía esta idea de preguntarle a Shouyo sobre vivir juntos, uno de los motivos era que el menor tenía un largo viaje de vuelta a su hogar, además de tener que pagar el alquiler y las despensas él solo. El pelirrojo había conseguido un trabajo a medio tiempo en una cafetería para no tener que vivir de lo que sus padres le proporcionaban. El otro motivo es que se veía en la necesidad de conseguir compañero de piso ¿y qué mejor compañero que Shouyo? Ya habían formado una amistad—de la cual está seguro Tobio estaba celoso— así que tenía buenos motivos para hablarlo con el enano, pero no sabía de qué forma reaccionaria.

—sabes que puedes decirme cualquier cosa, Mattsun.

—bueno...estuve pensando— era ahora o nunca, tenía que proponérselo —, la renta subirá en unos meses y no creo poder pagarla solo, pensaba que, bueno... podríamos vivir juntos—no quería verlo directamente a los ojos por temor a verlo negarse—, solo es una idea.

—si...

—¿ah?

—bueno... yo— el menor apretó la almohada más a su pecho sin levantar la mirada—, estuve pensando en pedírtelo, también van a subir la renta en donde vivo, así que creo que es buena idea, ya no tendría que citarte para pedirte alguna ayuda con economía...y tampoco tendrías que acompañarme a la estación—dijo todo aquello con un sonrojo en sus mejillas—así que, sí, me gustaría vivir con Mattsun.

Escucharlo lo hacía tan feliz, saber que Shouyo también había pensado en el cómo la primera opción para vivir juntos, la emoción fue tanta que no pudo evitar abrazarlo, duraron un rato así, sin decir alguna palabra. No se dieron cuenta cuando la película ya estaba en sus créditos finales, ni cuando comenzó a sentir sueño en aquellos brazos tan pequeños a comparación de los suyos.