Se quedó un rato fumando afuera, pensado en todo lo que le había dicho el otro. Tenía miedo, bastante, no sabía cómo lo tomaría Shouyo, aunque llevaran meses conociéndose nunca se atrevió a preguntar sobre sus preferencias sexuales y nunca dio a entender nada, así que aquello era un campo desconocido para él, tampoco es como si pudiera preguntar directamente sobre ello, aunque hubiera confianza, no se animaba a tanto por algún motivo.
Los cigarros de su paquete poco a poco iban desapareciendo, pero las dudas seguían ahí, el no saber qué hacer era una mierda.
Toda su atención estaba centrada en el aquel ultimo cigarrillo quedaba en el paquete, así que fue una sorpresa sentir a alguien sentarse a su lado y apoyar su cabeza contra su hombro. Tardo un poco en reaccionar y darse cuenta que era Shouyo. Ninguno dijo nada, quizás fuera para no estropear el momento o que las palabras no salían, pero cual fuera el motivo simplemente era desconocido para ambos.
La música dentro de la casa era cada vez más fuerte, la poca gente que antes estaba afuera había vuelto a entrar al captar el ambiente deseado dentro. El conocía aquello, la sensación de la noche le era muy regocijante, mover el cuerpo al compás de lo que sonara era algo que aprendió a amar. Pensar en todo aquello solo lo hizo recordar la primera vez que había pisado un lugar así, tenía apenas unos 18 años cumplidos cuando fue arrastrado por Terushima, el teñido había sido invitado a una fiesta en Tokio por uno de sus sempais, así que no veía mal invitarlo, ya llevaban un tiempo viéndose a sí que tenían la confianza como ir hasta esos lugares. Había sido una experiencia inolvidable, la música, las personas, la oscuridad del lugar, todo había sido nuevo para él, algo que nunca olvido ¿Shouyo había experimentado la oscuridad de la noche?
—oye, shouyo.
—¿sí?
—¿sabes bailar? —El menor comenzó a jugar con sus manos por la pregunta— me lo imagine, vamos adentro.
—¿eh?
—ya verás— guardo la cajetilla con el ultimo cigarro y se levantó del banco, Shouyo lo siguió sin preguntar nada y ambos entraron en la casa. Tenía razón, lo bueno había comenzado, la música a tope, el olor a cerveza barata, cigarrillos y marihuana, los cuerpos sudados aun en el frio del invierno, era perfecto. Tomando la mano de Shouyo y fueron acercándose hasta el centro entre toda la gente, lugar que era perfecto para lo que harían.
—vamos a bailar—dijo tomando ambas manos del menor
— ¿¡qué?!
—lo que escuchaste, Shou.
—¡pe-pero yo nu-nunca baile ni nada parecido! — a leguas se notaban los nervios del pelirrojo
—no se necesita ser un experto, yo tampoco se bailar, solo mueves el cuerpo al ritmo de la música y te dejas llevar.
—¡pero las personas miraran! ¿y si lo hago mal?
—mira a la gente alrededor, Shouyo— la cabeza del pelirrojo giro un poco encontrándose con una pareja bailando—, a nadie le interesa verdaderamente eso, es vivir el momento, aprovecharlo— La música cambio a algo más movido, si no se equivocaba era el EP de Kendrick Lamar, DNA, un remix para ser más específico, algo que ya había escucha hasta el cansancio por el ritmo tan pegajoso que tenía, seguro había sido Terushima el que cambio la música, solo él tenía conocimiento de su gustos—. Si te es más cómodo mírame a mí y sígueme el paso— aquello lo dijo con la mayor confianza posible.
No era un experto, Tooru sabia mover mejor el trasero en su opinión, pero quería disfrutar aquello, porque lo había decidido, le confesaría a Shouyo su amor, así que quería disfrutar y tener un recuerdo agradable.
Cuando comenzó a moverse al ritmo de la música, sintió la mirada de Shouyo sobre él, trato de no hacer contacto visual, pero lo miraba de reojo, el pelirrojo comenzó a imitarlo, y aunque al principio se veía tenso y nervioso luego comenzó a relajarse y soltarse más, no fue necesario ninguna palabra en aquel momento para entender que se sentía más cómodo.
Estuvieron así por bastante tiempo hasta que el agotamiento les llego. Ya no había tanta gente, muchos se habían ido con el trascurso de la noche y otros tantos seguían en los suyo, y aun con eso, ellos no habían parado, cansados se sentaron en uno de los sillones de aquel lugar, su camisa quedo a medio desabotonar mientas el jersey de el enano estaba atado a su cintura, tuvieron un subidón de calor digno de la noche.
—vaya, veo que la pasaron bien ustedes dos— el dueño de la casa se acercó con dos vasos entregándoselos
—¡fue muy divertido Terushima-san! — aun con el cansancio, Shouyo se mostraba muy alegre aceptando lo ofrecido
— ¡qué bueno, Shouyo-kun! Me asegurare de invitarte la próxima vez también, oh y sobre tu pregunta del otro día, conozco a alguien que puede hacerlo, así que luego te paso su número o podría llevarte a su local
—como quieras, Terushima-san
—¡bien! Entonces luego lo hablamos mejor— dicho eso se fue dejándolos solos
Busco en sus bolsillos su celular para ver qué horas eran, no se sorprendió cuando la pantalla mostraba que eran ya pasadas las 4. Tomo de su baso y descanso los brazos en el respaldo del sillón. Estaba agotado, hace mucho que no salía de esta manera y eso pasaba factura al cuerpo. Busco con la mirada a Makki o a Oikawa, pero ninguno mostraba señal, quizás ya se habían ido, en ningún momento le especifico a castaño que lo espera para irse juntos.
Aun con eso en mente tenía una duda.
—Shouyo.
—¿sí?
—¿a dónde te llevara Terushima?
—¡es secreto, Mattsun! — dijo alzando sus manos y cubriendo su boca
—los secretos son malos, Shou.
—¡no es anda malo!
—¿no será que Yuuji te está llevando por un mal camino?
—¡no soy tan influenciable!
—aja.
—¡créeme!
—claro que lo hago, pero no en Yuuji.
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🥃 Drunk and Incapable 🚬
Fiksi PenggemarAu ⬇️ Matsukawa conoce a Hinata Shouyo en un antro festejando la entrada de sus kohais a la universidad, el chico llama su atención y no puede dejar de verlo, hasta que decide acercarse a el.