-Te lo preguntaré una última vez, Lily -dijo James, con la esperanza en sus ojos-. ¿Quieres salir conmigo?
-No.
-Bien. Entonces no volveré a molestarte, Evans -contestó, con la esperanza escapando de su rostro. Dejó sola a Lily en el corredor a paso rápido y furioso.
La pelirroja supo entonces, con lágrimas inundando sus ojos, que había cometido un error al dejar a James Potter salir de su vida.