Capítulo 1: Un triste despertar

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Todo a su alrededor giraba. Poco a poco, el potente y ensordecedor sonido de una ambulancia le llegaba a los oídos.

––¡Kyuhyun! ¡¡Kyuhyunnie!!

La voz de una persona desesperada despertaba algunos estímulos de su cerebro, pero aun así no era capaz de abrir los ojos y verle, y eso le volvía loco.

––Oh, por Dios, que esté vivo, por favor, que esté vivo. –

Los sollozos se intensificaron hasta que notó cómo era transportado y colocado en algún sitio.

Y luego se hundió en su conciencia definitivamente. Y oscuridad. Sólo oscuridad y dolor.

***

Kyuhyun se despertó dando un bote. Se sentó rápidamente en la cama y frotó sus ojos mientras miraba algo aturdido alrededor. Ya hacía tiempo que volvía a soñar con el día del accidente. La última vez que soñó con el accidente cortó con su pareja. ¿Sería el presagio de algún mal suceso?

Retiró esos absurdos pensamientos de su mente con una sacudida de cabeza y se levantó. "¡Kyuhyun! ¡¡Kyuhyunnie!!". Su mirada en el espejo se encontraba vacía. Abrió el grifo lentamente y recogió algo de agua con las manos. "Oh, por Dios, que esté vivo, por favor, que esté vivo." Se mojó la cara con el agua y volvió a mirarse en el espejo. Cerró los ojos y se secó la cara con la manga de la camisa.

Sus pasos se comían el silencio de la casa. Lentos, cansados. Arrastraban su dolor de varios años. Un dolor que nunca desaparecería. El sonido de la tostadora le despertó un poco más. Empezó a comer, tragando, con dificultad. El teléfono sonó, se levantó y lo descolgó. Al otro lado se escuchó la voz de su madre, que le instó a ir a verla y le dijo en tono cariñoso que todo se arreglaría. No dejaba espacios vacíos durante esas llamadas, como madre no podía permitírselo. Cuando la voz de su madre cesó y le dijo adiós Kyuhyun volvió a colgar el teléfono. Y lloró. Lloró de nuevo. Y gritó, pero los sonidos no salían de su garganta. Un lloro sin sonido que quemaba más por dentro que por fuera.

***

Alguien llamó a la puerta y Kyuhyun fue a abrir. En ella se encontró a los miembros de Super Junior. Al menos a los que habían podido ir. Como siempre eran Shindong, Ryewook, Leeteuk y Sungmin. Pero nada de la persona a la que más deseaba ver.

––¿Cómo va todo, Kyu?–– su ex-lider le acarició la cabeza dulcemente, mientras vio cómo los demás chicos se abalanzaban sobre la tarta que había preparado Ryewook. Unos instantes después el mismo Ryewook le pasaba un trozo de tarta de fresa. Fresa, su sabor favorito. Comieron tranquilamente y le contaron las anécdotas nuevas.

Siempre lograban sacarle sonrisas. Ojalá pudieran venir más a menudo. Kyuhyun para comunicarse contaba con un aparato electrónico que consistía básicamente un teclado con pantalla. Les dice que está bien, que cada día se siente mejor y sonríe ampliamente. Pero todos sabían que es mentira, bastaba con mirarle una sola vez: sus mejillas habían perdido el color y el volumen, estaban comidas y el color de la muerte las pintaba tristemente; unas enormes ojeras se hundían en la piel y el dolor y la melancolía le llenaban la mirada, oscura y sin vida. Pero todos asintieron. No podían hacer mucho más por él.

***

Una lenta melodía sonó desde su móvil, anunciándole la llegada de un nuevo mensaje. Eso le sorprendió. Lo cogió y miró el buzón de entrada. Era de Hyukjae... ¡era de Hyukjae! Lo abrió inmediatamente, con el corazón a mil por hora.

Hey!! ¿Q tal va todo? Siento no haber

podido pasar estos días... Sé q hace

ya 3 mes que no m paso a vert, pero

Él y su todoWhere stories live. Discover now