Kyuhyun mantenía su mirada fija en la mujer, que le devolvía su sonrisa rojo carmín, más de plástico que de mujer.
—Es curioso, ¿no? Volvernos a encontrar ahora...
Se miraron fijamente durante unos segundos, hasta que empezaron a reír, algo incómodos. Kyuhyun sacó su aparato electrónico y escribió.
—"¿Cómo va todo?"—leyó la mujer.
—Todo bien. Ahora empiezo a trabajar con el nuevo musical. No sé si lo habrás oído....
Kyuhyun asintió una vez con la cabeza, con la sonrisa aun bailándole en los labios.
—"Felicidades".
—Gracias. Por lo que veo a ti te va muy bien, ¿no?—dijo mirando a su alrededor, con expresión de admiración.
—"Bueno, no me puedo quejar."
Y por la expresión en su rostro supo que estaba bromeando. Sí, le iba bien.
—Oye Kyuhyun, ¿te gustaría quedar algún día?
Kyuhyun se sorprendió notablemente, pero contestó con rapidez, y extrañamente con el corazón palpitándole fuerte. Contestó con un "me parece bien" y lo único que recordaba después era un leve susurro en su oído y unos labios invadiendo su mejilla derecha con calculada ternura.
***
Un día. Cuatro días. Una semana.... ya no recordaba cuánto tiempo había pasado de aquello, pero aún seguía en estado de shock.
Así que a Kyuhyun le interesaban las mujeres.... Durante mucho tiempo creyó... creyó que... En fin, daba igual. Ahora todo daba igual.
—Hyukjae, no hagas morritos—decía Donghae adorablemente mientras abrazaba a Hyuk y le besaba la mejilla con cariño—. Eeteuk hyung ha prometido que luego de gravar el programa nos comprará helado—dijo en voz baja, como si se tratara de un gran secreto que debían ocultar.
Ante eso, Hyukjae se alegró un poco. Ver lo infantil que era su amigo siempre le hacía sonreír. Le encantaba que Donghae fuera así. Le abrazó, ahora ya con una sonrisa en sus labios.
—Así que no te pongas triste, hyung.
Hyukjae asintió, mientras le revolvía el pelo a su dongsaeng con cariño. Pero en su mente, aún revoloteaba la imagen de Kyuhyun. De su pequeño Kyuhyun siendo tocado por aquella mujer.
Ya era demasiado tarde... alguien se le había adelantado....
Y pensando en aquello último, entró en el set de grabación. Donghae juraría haber visto un brillo cristalino en los ojos de Hyuk, pero aun así, no vislumbró ninguna lágrima escurriéndose por sus mejillas: tan sólo, un leve temblor en su mirada.
***
Unos pasos rápidos avanzaban por aquella estrecha entrada del local. Los zapatos, de rojo sangre, deslumbraban en aquél recinto donde predominaba la oscuridad. Las curvas de la figura se balanceaban de un lado a otro, acompañando su movimiento con perfección escultórica, y el repiqueteo de sus zapatos provocaba la mirada instantánea de las personas que se encontraban en el lugar —que una vez miraban no podían despegar su vista—.
Mientras, un chico trajeado de negro balanceaba entre sus dedos una copa rellena con un rojizo líquido que desprendía un olor emponzoñante y dulce.
—Pareces aburrido.
Se dio la vuelta en cuanto la escuchó, y se encuentró de nuevo con esa sonrisa pintoresca tan característica de la chica. Kyuhyun respondió con un movimiento de los que dicen "algo así". Ella rió y se sentó en el tambaleante taburete típico de las barras de bar, y se pasó el cabello a un lado, mientras sonreía complacida.
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Él y su todo
RomanceKyuhyun perdió la voz en el terrible accidente y trata de recuperar su vida y seguir adelante, sin embargo no le será nada fácil, sobretodo cuando su vida amorosa empiece a enredarse de formas imposibles. NOTA: Esta historia la escribí en el 2012...