El camino más corto a tu corazón.

Un intruso.

Changjo
Me dormí muy tarde pensando en lo ocurrido, mi mente se empeñó en dar vuelta a todo una y otra vez. Aunque me asombre debo aceptar que ese chico produce una reacción en mí que nunca experimenté antes, por eso debo estar cerca de él hasta averiguar qué es y qué hacer con ello.
Llego a la escuela bostezando y me incorporo a mí ruidoso grupo de amigos que se encuentran en la entrada al parecer sosteniendo una divertida conversación.
- Qué da tanta risa?- pregunto a modo de saludo.
- Y a ti que te pasó?- me dice Ricky-, pareces enfermo.
- Nada, anoche no dormí bien. Sólo eso- me excuso.- No me van a decir de que reían?
- Pues..., - se ríe nuevamente Cap-; que es increíble como algunas personas tienen el poder de reclutar a sus semejantes.
Lo miro perplejo sin comprender absolutamente nada.
- ...Qué? -le digo.
- Lo que sucede es que llegamos muy temprano y nos sentamos un rato justo aquí, y hemos presenciado una escena maravillosa. - lo miro impaciente para que continúe-. Sabes el chico nuevo que comenzó ayer,...el de los labios gruesos...
- Creo que está en mi clase- digo haciéndome el desentendido.
- Es Daniel- dice Ricky, poniendo los labios hacia delante ayudado por sus manos para imitar unos grandes labios. Cap se ríe y sigue la historia:
- Bueno, estábamos aquí y vimos cuando Daniel llegó en un auto, con uno de sus padres supongo, y al bajarse parecía algo distraído, y demasiado concentrado en su teléfono,tanto que sin notarlo chocó de plano con Chunji que venía llegando también, tirando todas sus cosas al suelo...
- Y eso es lo que es tan divertido?- lo miro con sorna.
- No, eso no es lo más gracioso - dice Ricky- , fue la reacción de Chunji...
- Vamos!, terminen el cuento!!!- digo comenzando a irritarme.
- Tranquilo...- responde Ricky riendo y levantando sus manos en señal de rendición-. Lo normal que uno esperaría es que se molestara o le reclamara por no prestar atención por donde va, o que se yo, algo, pero no fue lo más extraño del mundo: primero se miraron fijamente, parecían haberse quedado mudos y luego la nada si presentaciones ni disculpas Chunji le suelta una pregunta acerca del tipo de crema que usa para tener un cutis tan perfecto y el otro sin entender nada sólo lo miraba extrañado hasta que ambos comenzaron a reír, luego se fueron juntos hablando de todo tipo de químicos y tratamientos de belleza como si fueran estilistas de idols.
Trato de hallarle la gracia, y aunque no la encuentro mis amigos me miran esperando mi reacción así que simulo una sonrisa lo mejor que puedo y cambio de tema:
- Hyung, a qué hora es la fiesta?
- A las 8pm pasaremos por ti, tienes que estar listo, no nos hagas esperar por favor.
- Entendido, señor!- digo haciendo un saludo militar.
Suena el timbre mientras llegamos a nuestros casilleros, Ricky y yo nos dirigimos a nuestro salón. Cuando estamos frente a la puerta escucho risas, me giro para identificar quienes son y veo la animada despedida de Daniel y Chunji. Al pasar por mi lado Chunji se detiene y me saluda sonriente. Nos conocemos hace años, y aunque no es tan cercano a mi como Ricky o Minsoo, siempre nos hemos llevado bien, y Cap lo quiere mucho. Tardo un poco en devolver el saludo, no se por que me siento molesto, algo me quema en el pecho al verlo tan cerca de Daniel.
- Hola Changjo - me dice Chunji sin dejar de sonreír.
- Hola hyung, veo que tienes un nuevo amigo,- le digo devolviéndole al fin la sonrisa- pero debo advertirte que debes tener cuidado ya que puede resultar peligroso- concluyo mirando a Daniel.
Al oír esto Chunji suelta una carcajada y Daniel... ¿se sonroja? Qué es esta complicidad?, que tan fácil de impresionar es este muchacho que ya está impresionado con este...aish, ya me estoy molestando de nuevo. Afortunadamente el profesor entra al aula y después de hacer una pequeña reverencia doy la vuelta y entro tras él seguido de Daniel.
- Nos vemos luego- se despide tras nosotros Chunji, y extrañamente me siento un poco aliviado.
Trato de concentrarme en la clase y no miro hacia donde se encuentra Él, pero no puedo, invade mi mente el hecho de que ahora hay un intruso en mis planes.