capítulo 5

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Lunes y directo al Instituto. Entre en mi salón y me senté en lo más profundo del sitio para colocar una libreta, un bolígrafo y el libro que me dio Bill la noche anterior.

Abri el libro. Y cuál fue mi sorpresa, ¡no entiendo un carajo de lo que dice ptm!

Avente el libro encima de mi mesa con enojo después de ojearlo pero nadie me voltio a ver. Desde un inicio me ignoraban y por mi mejor. Niños básicos sin valor.

Mire por la ventana del salón del segundo piso y vi un pájaro en una rama. La empecé a observar y me pareció ver un dibujo en el libro de un pájaro con unas instrucciones en mi idioma.

Recite el escrito en latín como pude y el pájaro cayó muerto. Me acerqué a la venta y observe que cayó encima de una cabeza rubia.

- amenos tendrá algo en la cabeza ahora - susurre y dieron el timbre.

El profesor entró y pidió que nos sentaramos, nos pusiéramos a escribir algo que nunca más veremos y posiblemente nos deje viviendo debajo de un puente y guardaramos silencio.

La puerta sono y el profesor quien se encontraba en su silla recargado lo más posible con una revista frente a su cara dormido se levantó con pereza y abrió.

- ¿que necesita? - hablo y al ver al director su sueño se esfumó - Hola Sr director. ¿Que lo trae por acá?

- vengo a dejarle a dos nuevos estudiantes de intercambio. Espero que tenga lugar.

- claro esas dos sillas a lo fondo junto a la esquina

En ese momento yo me pase para enfrente ya que era mejor tener a los nuevos a mis espaldas y no rodeandome.

Me undi en el libro mientras hacian la típica rutina de presentarse con el director presente y no voltie hasta que escuche sus nombres

- de acuerdo Pines, vayan a sus sitios.

- espera. ¿que? - los observe a ambos y me entró una rabia enorme al ver al chico. Este al verme prefirió sentarse en la mesa de atrás que se encontraba a mi diagonal dejando a la chica justo detrás mío.

Trate de ignorarlos pero al finalizar la clase antes de receso me traía la chica hasta la coronilla.

- ¡¿te puedes callar?! - grite estresada - ¡ no quiero una maldita trenza! ¿Para que coño quisiera una, si mi cabello es corto? ¿No te das cuenta que eres estresante?

La chica quedó en Shock y por mi mejor. Me puse a recoger mis cosas y me diriji al patio para comer. Observe al chico Pino mirándome desde el otro lado del patio y sostuve la mirada para que no siguiera haciéndolo.

Termine de comer y la campaña timbro dando a entender que las otras 3 clases empezaban antes de terminar la tediosa escuela.

Entre al salón y los gemelos pines se exeltaron las últimas clases. Que bien, pintos estresantes.

(...)

Me encontraba saliendo de la escuela y me encamine al bosque. Pase por comida a casa para no tener problemas con el hambre y después llegue a aquel tronco.

- Bill. Estas ahí?

- Hola niña. Parece que no tuviste un gran día

- ¿como lo sabes?

- tus puntas están más iluminadas que de costumbre. Reaccionan a tu estado de ánimo.

- debí saberlo - dije observando mi cabello.

- ¿y que pasó?

- los odiosos Pines son unos malditos estresantes. Llegaron hoy a mi escuela y no paraban de molestar. Aveces quisiera que los atropelle un tren en la parte de la cabeza y les sacará ese odioso aspecto y que después les eché gasolina y los queme mientras los tiro por un barranco con un lago hasta el fondo lleno de pirañas.

- wou eso es interesante.

- los odio - musite y voltie a mirarlo - ¿estas sonrojado? - le pregunte

- ¡no!

- si que lo estas - repetí - estas sonrrojado - dije en tono burlón

- ¡NO LO ESTOY!

sentí como mi cuello fue apretado con fuerza y levantada del suelo hasta que me faltaron aire me soltó y caí al suelo.

- lo siento - dije riéndome por la falta de aire, cuál sádica.

- eres extraña

- tal vez pero también soy un poco masoquista - dije mirándome con mi cara roja y el al verme se sonrojo - vez, estas sonrrojado

- vas a empezar. Esta vez te quemare

- si quieres hacerlo hazlo. Eso no quitará tu sonrojo.

- maldita mortal - hablo agachado la mirada

- que no era fenómeno?

- si. Y uno muy extraño que puede morirse en cualquier momento

- pues entonces procura dejarme moribunda.

- eres lo más extraño que he conocido

- ya somos dos, dorito.

- esta bien. Adiós - todo se volvió a color y empecé a reirme gentilmente tocando mi cuello - eres perfecto.

**********
Continuará

Mi chica fenómenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora