Sexy Uber (Taekook)

Parte [2]

Después haber subido al auto, entre no más que toqueteos y atrevimientos; finalmente llegaron al departamento de Taehyung. En todo el camino habían estado calientes, y no, no por el hecho que llevaran las ventanas cerradas.

Apenas colocó un pie dentro del lugar a oscuras, Taehyung jaló de la cintura a Jungkook. Este se quiso abalanzar sobre los labios del otro, pero desgraciadamente Tae tenia un plan diferente. Lo tomó de las piernas y lo alzó hasta su cadera, logrando que sus entrepiernas rozasen. Se estamparon contra la pared, pero en ese momento el golpe no importaba.

Automáticamente, Jungkook captó la idea, rodeando con ferviente posesividad el cuello y abdomen de su chófer hasta sus bocas se reencontraron.

Un masaje en las nalgas del pelinegro bastó para que intensificaran sus acciones.

Torpemente, se dirigieron a ciegas a la habitación. Taehyung se echo de espaldas en su cama con el otro sobre sí. Sin perder tiempo, Taehyung desvió sus besos de la boca al cuello del pelinegro, adsorbiendo y y lamiendo la cremosa piel blanca de Jungkook.

- Nombre...Mgh~  T-Tu nombre- Ah~...-. Jungkook en su intento fallido de hablar, mientras le devoraban el cuello.

- ¿Qué?- Se apresuró en preguntar para seguir con su trabajo.

- ¿Qué nombre voy a gemir si no sé tu nombre-. Re formulo al separarse un poco.

- Kim Taehyung.- Jungkook se derritió al oír esa voz profunda rozar su oreja.- Sabes tan bien, bebé..-. Entusiasmado, sonrió sin saber la razón. Tampoco es que la necesitase. Tener semejante cuerpo sobre el suyo era suficiente para saber que estaba en el verdadero paraíso.

- ¿Bebé? ¿Eres mi daddy?-. Preguntó con falsa inocencia, mientras comenzaba un vaivén inesperado sobre la semi erección de su chofer. Sonrió malvadamente y se esmeró más en el movimiento circular.

Taehyung tiró su cabeza hacia atrás, sintiendo como encajaba su trasero perfectamente con su miembro. Tomó entre sus manos el borde de la camiseta del pelinegro y fue subiéndola.

- Tú... También -. Mgh...-. Recriminó el pelinegro, perdido en la desesperación y necesidad. Estaba ansioso por ver con sus propios ojos aquellos abdominales. La sensación y dureza que sintió al besarse con él, lo lleva a afirmar que sin duda, tiene un cuerpo de dioses.

- Lo que desee my maid.

- My lord... Déjemelo a mí.- En una simple maniobra retiró la camiseta de Taehyung siguiendole el juego. ¿Cuándo había aprendido todo eso?

Mamma mía... De dioses.

Esa piel color canela, con el pecho subiendo y bajando, brazos duros, y dios, ese abdomen bien marcado, completamente tenso a su merced. Sin perder tiempo, bajó su cabeza y comenzó a besar cada músculo. Y cuando Taehyung empezó a jadear ... Jungkook no temió ir más lejos.

Se acomodó más abajo, exactamente sobre la cremallera del otro, mientras que se quedaba viendo aquel bulto y su sonrisa tonta se formaba nuevamente, amaba ser el causante de aquella excitación en el azabache. Rápidamente, por no decir desesperado, bajó el cierre y vaya que aquellos bóxers negros le daban un toque más caliente.

Jungkook elevó sus ojos lenta y sensualmente hacia los de Taehyung. Ese brillo y deseo pidiendo... ¿permiso?.

Todo tuyo bebé.- Sonrió de lado, anticipando cualquier acto de su pelinegro.

- N-No me juzgues...-. ¿Tartamudear? ¿Justo ahora con el pene de otro en tu cara? Jungkook pudo sentir el nerviosismo inquietarlo, pero no había marcha atrás. Bajó el bóxer finalmente, apreciando la larga extensión elevarse al ser liberada.- Ay dios...