Hoy me sentí especialmente triste,
y es que es lo único que me acompaña últimamente,
ya no siento las brisas veraniegas golpear con delicadeza mi rostro,
ya no siento los saludos al llegar a casa luego de un agotador día,
ya no siento sus brazos rodear mi alma,
ya no siento ni mi propio pulso.
Tristeza que me envuelve y me lleva cada vez más hondo en el agujero que yo misma cabe,
tristeza que solo me hacer ver que toda mi vida ignore la realidad,
tristeza que me hace darme cuenta lo sola que me encuentro en las frías madrugadas.
Ahora mismo siento tanta tristeza,
estoy triste por mi,
por lo sola que me encuentro en esta oscura habitación,
por los miedos que alimente y los gritos que ahogue.
Estoy en un estado alucinante de tristeza que no piensa abandonarme hasta que yo lo eche y,
tristemente,
no tengo fuerzas para hacerlo.
