Es un compendio de 11 relatos breves que se desarrollan en el Reino de Vernam, donde aventuras de todo tipo emergerán con finales poco convencionales. Nos aguarda dragones, seres alados, caballeros, tesoros ocultos y sobre todo, mucha magia.
SI LES...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al sur de Vernam existía una pequeña isla llamada Alboría, tan solo unas 1000 personas eran las que habitaban el pequeño pedazo de tierra flotante. En Alboría vivían pastores de ovejas, pescadores y agricultores. Sus habitantes eran personas de valores familiares muy profundos, para un alborio no existía nada más importante que la familia, el apellido realmente era una cuestión de mucho honor, de mucho orgullo. Entre las 1000 personas existían dos familias que se tenían mucho odio, la familia Altan y la familia Zull, esto debido a que tiempo atrás Bernard Altan se había robado un par de ovejas de la familia Zull, pero los Altan decían que esas ovejas siempre habían sido suyas porque Marco Zull las había robado y desde hace 70 años la riña ha girado alrededor de tales afirmaciones. Como si fuese lo más normal de cada día los Altan y los Zull pasan el tiempo haciéndose daños entre ellos dejando conejos sueltos en sus campos, rompiendo sus redes, asustando a los rebaños con sus perros y entre otras muchas cosas, pero nunca nada que atentara contra sus vidas.
Los más jóvenes de las familias siempre eran los más pesados en cuanto a bromas se tratara, para los adolescentes de las familias Altan y Zull era todo un martirio, pues habían algunos a quienes les tenía sin cuidado todo ese asunto del robo de ovejas y disputas estúpidas. Este era el caso de Nelian Zull un joven de 17 años de cabello negro, piel blanca y ojos negros. Nelian era una persona pacífica que prefería dedicarse a sus labores de pastoreo en los campos verdes, sintiendo la brisa chocar con su rostro bajo la refrescante sombra de un árbol. El pastoreo realmente era un oficio muy a fin su personalidad pacífica y amble. Cada cierto tiempo su pequeña hermana Liz Zull lo acompañaba a los campos de pastoreo, a ella le encantaba estar con su hermano mayor porque era muy amoroso con ella, para una niña de tan solo 6 años Nelian era como su héroe.
Regresando a la disputa entre las familias, Nelian siempre evitaba cualquier tipo de contacto con la familia Altan él no quería tener que ver absolutamente nada con ellos, pero sus rivales no pensaban lo mismo. Había dos jóvenes de 18 y 15 años que siempre le buscaban pelea, siempre buscaban la manera para poder recordarle quienes eran los que mandaban, sus nombres eran Leonard Altan y Bernard Altan, este último llevaba el nombre en honor a su abuelo quien fue uno de los protagonistas que inició con todo este embrollo. Leo y Berni, como les decía su madre, no eran más que unos matones cobardes que se aprovechaban del débil, porque en definitiva el pobre Nelian no era atlético ni fuerte, en realidad era un joven de contextura delgada y con muy poca musculatura, mientras que sus agresores eran jóvenes bastante fornidos, lo cual aprovechaban para molestar al pobre de Nelian y a estos brabucones no les importaba en lo absoluto la regla de no agredir físicamente entre las familias. Ya en varias ocasiones le habían dado una que otra paliza y el pobre de Nelian no hacía más que protegerse el rostro y esperar a que aquel martirio terminara, pero no siempre se trataba de agresiones físicas ya que hubo una vez cuando el apenas tenía 13 años y su inocencia le jugaba sucio que los hermanos Altan le dijeron que Meredith Hill estaba profundamente enamorada de él, pero que solo estaba esperando a que Nelian se le declarase, así que el joven enamorado no desaprovechó la oportunidad y frente a la familia Hill declaró su amor a la hermosa Meredith ¿el resultado? Pues no fue precisamente un final de cuentos de hadas, tuvo que salir corriendo porque los hermanos mayores de la pequeña Meredith lo iban matar por tal atrevimiento, mientras el pobre Nelian corría por su vida Leo y Berni reían a carcajadas detrás de unos arbustos al lado del camino. Hubo otra ocasión donde quemaron uno de los dos únicos libros que poseía Nelian, en aquel entonces tener un libro era sumamente difícil y solo personas con mucho dinero se daban el lujo de tenerlos, pero Nelian los tenía debido a que eran una herencia familiar, cuando la familia Zull se dio cuenta de lo sucedido se armó una gran revuelta y todo casi termina en una batalla a muerte, pero gracias a los cielos no fue así.
