Una taberna, Nueva España...
-Había olvidado esta parte –dijo Calvera rebuscando entre sus vestidos
-¿Qué haces mamá? –interrogó Ixca desde la puerta de la habitación
-Buscando qué ponerme –contestó la pelinegra eligiendo una falda de color azul -¡Auch! –se quejó al levantarse
-¿Qué tienes? ¿Te duele? –se apresuró a acercarse el ojiazul
-No es nada –sonrió la ojiverde sobando su espalda porque ese dolor era la prueba de que su bebé estaba creciendo bien
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En un pequeño castillo, Europa...
La fiesta le aburría, deseaba salir a correr al valle pero Fallinis le estaba vigilando de cerca, bebió un poco de su copa y luego la dejó en una de las mesas.
-Señorita Connor no debería de estar tan seria en su propia fiesta –le dijo un muchacho de lacia cabellera negra
-No es seriedad joven... -respondió Connor por cortesía
-Derek –dijo tomándole de la mano
-Joven Derek, lo que sucede es que prefiero salir a pasear al valle y dejarme llevar por la brisa –suspiró con un deje de tristeza
-Sí que es usted peculiar Señorita Connor, a la mayoría de las doncellas les gusta ir a fiestas y disfrutar en compañía de los nobles del pueblo –comentó el ojiverde
Una risilla escapó de sus labios, pero no podía decirle abiertamente al muchacho que ella ya no era una doncella y que por eso no le interesaban las mismas cosas que a las demás.
-¿He dicho algo gracioso? –interrogó
-No joven Derek, pero si me disculpa –se levantó de la mesa y se acercó a Fallinis
-¿Sucede algo señorita? –
-El vestido me aprieta Fallinis y ya no lo soporto –se quejó
-Pero si lo dejaron muy holgado –recordó la mujer
-Esto no es holgado –le mostró como era que el escote marcaba sus senos
La guardiana enarcó una ceja, no podía ser que su protegida engordara de esa manera en menos de un mes a menos claro que...
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En algún lugar del Ecuador...
Bufó enojada, esos pantalones ya no le quedaban y no planeaba ponerse un vestido mientras estuviera rodeada de tantos hombres.
-¿Qué tienes Gioca? –le interrogó uno de sus amigos que había decidido acompañarla a la Isla de la Reina Muerte
-Nada –mintió ocultando su pequeña barriguita con la camisa desfajada
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Cerca de París, Francia...
Saboreó con gusto los albaricoques que la señora Flaille le había traído.
-¿por qué sigues en bata Flouritte? –le interrogó curiosa la mujer
-Ah... -la rubia no supo qué responder exactamente pues aún si la modista le había entregado un par de vestidos, éstos ya no le quedaban y la bata era la única prenda que le permitía ocultar su inesperada gordura
-Disculpen la tardanza –llegó la costurera con un par de cajas en sus manos
-¡Ah! Mira nada más, nunca pensé que quisieras estar siempre a la moda querida –sonrió Madame Flaille
Flouritte esbozó una sonrisa y suspiró tranquila, al menos por ahora, porque tenía que llamar al médico sin que nadie más se enterara.
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En una hacienda en el continente americano...
-Dame un solo motivo por el cual no debí de golpear a esa tipa –murmuró Rosario sentándose
-Porque no es el comportamiento correcto de una dama –respondió Fina sentándose a su lado
-Estoy encinta que no es lo mismo que gorda –comentó molesta
-Lo sé Isabella, creo que la mitad del pueblo lo ha notado –recordó la morena –lo que debió de molestarle fue la mirada indiscreta de su prometido para contigo –
-Con nosotras querrás decir –aseveró la ojialmendra –Señora Josefina –imitó la voz del sujeto
Ambas chicas comenzaron a reír.
-¿Crees que les dé gusto? –cambió de tema Fina acariciando su vientre
-No lo sé, pero espero que sí –suspiró Isabella
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Rodorio, Grecia...
Anduvo entre los puestos del mercado de Rodorio eligiendo cuidadosamente los alimentos que llevaría, porque Pefko le había advertido que debía comer saludable. Sin embargo un par de varones le cerraron el paso.
-Mira quién anda por aquí –dijo un muchacho sonriéndole ladino
-Si es la bella Agasha, ¿a qué debemos el honor de que vengas a visitarnos? –interrogó otro
La castaña se fijó en el par de jóvenes, les reconoció de inmediato, se trataba de sus antiguos pretendientes.
-Con su permiso –se limitó a decir tratando de continuar con su camino
-No seas así Agasha, ¿por qué nos tienes tan abandonados? –le tomó uno del brazo
-Sí, ¿qué tiene de bueno vivir tan lejos de la Aldea? –el otro le ofreció una pequeña margarita
-Gracias, pero no puedo aceptarla –respondió cortés la joven
El par de chicos no parecía rendirse tan fácilmente y le tomaron por los hombros
-¡Agasha! –le llamó una señora, separándole de los muchachos y le entregó un saquito
-¡Señora! –Exclamó la castaña al ver su contenido –no tenía por qué... -
-Vamos niña, bueno, ni tan niña, es por tu bebé –sonrió la señora
-¡¿Qué?! –exclamaron en coro el par de muchachos
-Acompáñame que quiero hablar contigo –dijo la mujer apartándola de ahí
Agasha sonrió alegre, pues ya faltaba cada vez menos.
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Calvera y su calma xD, la más tranquila de todas.
Ah, Connor jojojo... Fallinis creo que ya sospecha xD a ver qué dice
Gioca aún está de camino a la isla de la Reina muerte, según yo está cerca del Ecuador (la línea divisoria de los hemisferios)
Flouritte como que ya empieza a sospechar ;P
Isabella y Fina no pierden el humor...
Agasha, ya se dio cuenta y pues xD lo siento chicos, Agasha ya tiene dueño ;P!
Saludos
MCR77
Pd. En el anterior se me olvidó aclarar que Serinsa es la madre de Hasgard ;D me supongo que sabran quién es el padre jejeje...
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Nueve 9
أدب الهواةSerie de Drabbles proveniente de la Colección "Veinte Flores". ¿Qué sucedió con todas las féminas después de ese día? Pues nada fuera de este mundo, ¿qué es lo podría pasarle a una mujer en 9 meses? Post-Lost Canvas, Varias parejas
