-Seis 6-

165 11 14
                                    


Una taberna, Nueva España...

Se sentó a la orilla de la cama y miró sus pies hinchados

-Creo que necesitaré un par de zapatos nuevos –suspiró cansada

-¿te ayudo mamá? –preguntó desde la puerta Ixca con timidez

-Eres realmente un ángel cariño –dijo estirando su mano para decirle que se acercara

-¿Ya no estás enojada? –le abrazó con miedo

-Lo siento cariño, no quería gritar y nunca estaría enojada contigo –suspiró acariciando el cabello de su primogénito

0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0

Un valle, Europa...

-No Fallinis –respondió la rubia sentada en el pasto disfrutando de la brisa

-Señorita no puede estar todo el tiempo fuera del castillo –argumentó la guardiana

-Necesito aire fresco, detesto estar encerrada –replicó Connor

-Por favor, piense en su bienestar –insistió Fallinis sentándose a su lado

La chica tomó la mano de la mujer y la llevó a su vientre, la guardiana se sorprendió al sentir un golpecito, su corazón palpitó con fuerza y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Ves, él también quiere disfrutar de la brisa –sonrió Connor con serenidad

-De acuerdo –se rindió Fallinis

0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0x0

En algún lugar del Pacífico Sur, cerca del Ecuador...

-¡Pero señorita Gioca! –rogó del otro lado de la puerta el caballero

-¡He dicho que no! –replicó la mujer con enojo

-¡Es una orden del Patriarca! –anunció el dorado de Tauro

Sin mayor opción la muchacha abrió la puerta y permitió pasar al muchacho

-¿Y bien? –interrogó con los brazos cruzados

Teneo miró a la joven atento, era la primera vez en su vida que le veía usar un vestido, pero no cualquier vestido era uno de color azul cielo muy femenino, además de eso notó de inmediato ese pronunciado escote y ese redondeado vientre.

-¿Qué es lo que desea saber el Señor Shion? –insistió la fémina cruzándose de brazos

El caballero dorado de Tauro se recobró de su asombro y se aclaró la garganta.

-Ha preguntado el por qué de tu demora para regresar a la custodia de la Isla de la Reina Muerte –informó con seriedad

Gioca suspiró e hizo una mueca de desagrado

-No es que no quiera –dijo llevando sus manos a sus caderas evidenciando su vientre –pero como podrá notar Caballero, mi bebé me lo impide y hasta que nazca, permaneceré aquí –dijo plantándose frente al Santo

-¡Ah! Sí –balbuceó Teneo sorprendido por la actitud de la joven mujer, sin quererlo su vista descendió a su escote y notó algo –señorita Gioca –masculló señalando esa parte de su cuerpo

La joven notó entonces que su escote estaba húmedo y un enorme sonrojo se coloreó en su rostro

-¡Ah! ¡Todo es tu culpa estúpido cangrejo! –gritó frustrada dándole la espalda al caballero dorado

Nueve 9Donde viven las historias. Descúbrelo ahora