Torbellino de fuego

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Ya habían transcurrido varias semanas, William tenía un mejor manejo con su espada, incluso había aprendido a lanzar el rayo de energía, lo llamaba "Rayo celestial", además su cuerpo se acostumbraba al peso extra de la armadura, el caballero Brian parecía más relajado con los avances, ya no se enojaba con tanta facilidad, en el calentamiento terminaba los 5 kilómetros cada mañana, sus músculos se habían fortalecido.

Con ejercicios de respiración había logrado mantener la respiración bajo el agua por varios minutos, incluso su capacidad pulmonar le ayudo a mantenerse a flote con el peso de la armadura al entrar al agua, tras sentirse listo para el reto comenzó a nadar, sus brazadas eran limitadas por los bordes de la armadura que rozaban entre sí, al llegar al desemboque de la cascada estiro su brazo hasta tocar las rocas, tomo una bocanada de aire y comenzó ascender, ahora estaba en medio de la cascada luchando con un torrente de agua que lo forzaba a bajar, sus uñas se aferraban al relieve de las rocas, no podía ver nada solo su tacto lo guiaba hacia arriba, tras encontrar en diferentes ángulos las piedras se impulsó con sus piernas hasta sentir el aire helado en su rostro, tras ponerse de pie en la cima de la cascada levanto los brazos y con emoción gritaba mientras evitaba resbalar.

— ¡Lo logre! ¡Lo logre! —grito William mientras el caballero le aplaudía y sonreía al ver lo rápido que progreso

Con un salto desde la cima hasta el cauce creo una pequeña ola que alcanzo a mojar al caballero que oprimió su impulso de enojarse y sonrió mientras el joven salía del agua chorreando litros de agua de la armadura oxidada, al estar ya en tierra firme.

—Por fin lo pude superar, entonces ahora es el fin del entrenamiento— dijo Will mientras salía del agua jadeando

—Me sorprendiste, creo solo necesitabas algo de motivación, pero aun no es el final falta la consumación del entrenamiento, pero lo dejaremos pendiente ya que me dieron un aviso en mi comunicador de que te necesitan para una misión urgente, así que tomemos los caballos y cabalguemos de regreso al panal— dijo el caballero Brian mientras le daba unas palmadas en el hombro

—Claro vayámonos de una vez, quiero ver a mis amigos han sido dos largos meses— dijo Will mientras sin pensarlo colocaba la silla a su corcel

Regresaron solo con los caballos, ahora parecía una carrera, pero por obvias razones el caballero gano sin esfuerzo, tal vez sería la emoción que sentía Will, pero olvido quitarse su armadura. En su mente aun quería seguir con el entrenamiento correr sin descanso y ganarle a su maestro. En pocas horas llegaron al panal, dejaron sus corceles a un guerrero que era el encargado del establo quien, hacia el mantenimiento de los caballos, entraron por la gran puerta principal del panal, Josué bajaba las escaleras cuando vio a Will, sin pensarlo corrió para saludarlo.

—Hola Will, bienvenido necesitamos irnos al hangar en este momento la misión no puede esperar— dijo Josué mientras lo saludaba y tiraba de su mano

—Bien... bien, nos vemos maestro Brian— dijo Will mientras era jalado por Josué y perdió de vista a su maestro

—Nos veremos pronto yo iré con el paladín para reportarme, cuídate mucho— grito el caballero que se quedó de pie mirando cómo se alejaban mientras suspiraba ya que sabía un poco sobre que iba la misión de su alumno

Al subir las escaleras William se dio cuenta de que aun llevaba su armadura, pero decidió dejársela ya que le serviría como entrenamiento, apenas se abrieron las puertas del hangar vio a su equipo, no había cambiado mucho, solo que parecía que él no había sido el único que entreno, lucían más musculatura y una piel más bronceada por algún entrenamiento bajo el sol, su mirada era la misma solo con una pizca de tristeza, que no quiso darle importancia.

Dragones contra ángeles 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora