Capitulo 3

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Boston,1984 - 05 - 13

Stuart 

Sacó un par de cómics de su mochila y se los enseñó a Murdoc, habían muchos de los Los cuatro fantásticos. Él chico sólo lo ojeó haciendo una pose de millonario lector hasta fingiendo que tenía un monóculo en ojo derecho para leerlos mejor. Hace ya tiempo hablaban en el asiento de atrás, a espaldas de todos. Sus conversaciones nunca fueron lo habitual que deberían ser, siempre comenzaban con: " ¿Qué piensas de...? ¿Te gusta...? ¿Haz oído hablar de...?"

— Los odio — concluyó haciendo que el peliazul se espante.

— ¿Quéé? ¿Por qué?

— ¿Él chico que se estira ese no es un poco gay? digo ¿su pene también se estira? — Stuart había empezado a reír desde antes de que Murdoc hablara.

— Lo que sucede es que no los haz leído bien, Murdoc — dijo con aún gracia en el tono de voz.

— ¿ah sí? — ojeó todas las hojas del cómic algo sucio con unas partes rasgadas y con manchas de té, en una de las últimas hojas del cómic decía This charming man con letras casi lindas pero de una forma muy grotesca como si trataran de romper la hoja. — ¿The smiths?

El vio el cómic y la parte donde estaba rayando y rió con vergüenza.

— S-Sí... — afirmó con sus pestañas celestes caídas mirando la escritura — soy un poco descuidado con mis cosas, perdona.

— No haz visto mis cassets... — pasó las hojas del cómic rápido con el pulgar remojado en saliva, con la intención de buscar más rayones de eso estilo — ¿Quién es Paula? ¿Es tú novia?

Murdoc hacía pasar rápido las puntas de las hojas del cómic casi rompiéndolas.

— Lo era, fuimos novios el periodo de vivir antes con mi padre... — le contó pero no tenía una mueca triste o algo por el estilo. Que era extraño considerando que era su ex.

— ¿No la extrañas? — curioseó con una ceja levantada y con las manos en sus bolsillos de su chaqueta de cuero negra.

— ¡No! Para nada, digo, estaba algo... — chasqueó su lengua buscando las palabras — malhumorada.

— ¿Era algo así como una striper sexy? — comentó Murdoc con una sonrisa burlona.

— Já, no. Algo parecido. Era como tú mamá, malhumorada y regañona. — respondió seguro de sí Stu.

— Auch, golpe bajo, por satán. — sacó una mano de su bolsillo con un bolígrafo — si tanto la odias deshagámonos de esta mierda. — empezó a rallar la marca con el bolígrafo. Y arriba de eso escribió una cifra de números.

— ¿Qué es eso?

— Un código endemoniado secreto — dijo con sarcasmo para que Stuart levantara las cejas sorprendido — mi número, por el amor de satán

— ¿Tú número? ¿Entonces puedo llamarte cuando quiera?

— No, trata de que sea solo después de las ocho ¿Bueno?

Stuart miró por unos segundo el número que escribió Murdoc y limpio la hoja con el pulgar para luego morderse el labio. Ante eso Murdoc no puedo evitar sonreír.

— ¿Vas a llamarme? O voy a tener que tirar piedras por tu ventana.

Stuart asintió y se levantó del asiento del autobús.

Murdoc

Repitió el nombre Paula en sus entrañas y sacó la conclusión, que a pesar que ni si quiera la conocía, creo que no le caía muy bien, creo que fue por el tono que le contó 2D. Era un buen narrador, a pesar que su voz era chillona y grumosa.

Hoy Stuart había venido con unos jeans azules claros arriba de la cintura y una simple camiseta a rayas de color gris y negro. Stu tenía un físico largo y delgado, extremadamente flacucho y de hecho a Murdoc a veces fantaseaba con cocinarle alguno de sus platillos exóticos. Debido a su delgadez y altura la vasta de sus jeans le quedaba por arriba de su pantorrilla dejando ver sus tobillos. También hoy tenía las mejillas un poco más rosas que antes, estaba más colorado, como si usara rubor o algo. Todo lo examinó Murdoc mientras el hablaba de lo mucho que podía llegar amar a Morrisey.

— ¿Quién te dio ese casset? — le preguntó Stuart, sacando más el tema de la música.

— ¿Quieres uno?

— Esa no fue mi pregunta, Niccals — no le preguntó seriamente pero si repitió la pregunta molesto. Él puso sus ojos en blanco.

— Mi mamá para mi cumpleaños me dio una caja de casset vírgenes — contestó con los ojos bicolor en su rostro.

— Wow, que lindo detalle, a mí mamá me da 10 dólares

— ¡Pff! — resopló Murdoc hundiéndose en el asiento— si claro... — contestó tiroteando mechones de cabello a su rostro.

— ¿Qué?

— No sabes lo que dices...

— ¿Tú si? — Murdoc quedó en completo silencio. Stuart podía llegar a ser un idiota.

El autobús se detuvo suavemente ya en la escuela, estacionando mientras los dos chicos miraban por la ventana atentos. Murdoc no estaba molesto ni nada por estilo pero le dio pereza despedirse o algo así, seguramente porque estaba más que seguro que volvería a hablar con Stuart en un par de horas o minutos.

Dejó a 2D en el asiento de cuero solo. No desperdició tiempo y se paró para ir tras del piel oliva. La caminata de Murdoc junto el paso lento que daba y el sonido de taconeo de sus botas cubanas cafés.

Stuart

Apresuró el paso para llegar a la clase de química y sentarse. Y ni si quiera prestar atención.

Tenía planeado alcanzar a Murdoc en la salida. ¿Tendrá teléfono? ¿Sería muy atrevido dar su número a el chico?

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2019 ⏰

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