Empiezo a cansarme...sabes?; de respirar.
De levantarme.
Maldita agonía que amarga mis tenues días.
Cruel pesadumbre, perverso sosiego y sofoco.
No hay más fe. Yace perdida.
Exaspero y me duele el pecho. Sólo quisiera dormir una eternidad, y tal vez me sea concedido el regalo divino: No abrir los ojos nunca más.
Madre, lo lamento, no volví a tomar mi medicina. Sigo sintiéndome mal.
Ahora sólo sé respirar, y se quiebra mi alma en vano intento.
No tienes idea de cuánto me temo, y cuánto me canso.
Te espero aquí; inerte.
Descanso añorado.
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Poesía sustancial
PoesiaPero puedo brindarles un cambio de aire, un tono más oscurito que el gris, o uno más nítido que el negro. Le doy paso a mis espectros, miedos y deseos más íntimos. Sólo presenciarán poesía sustancial, poesía interna y humana. Seguida de almas reg...