Agonía y calma.

27 1 0
                                    

Puede que sólo sea la poesía lo que me sucede... tal vez sea la poesía de Elvira Sastre y su mágico despertar en mí recuerdos lejanos y congelados que al frágil térmico tacto, despiertan.

Es casi como si dormidos yacieran, a la espera de un toque inesperado y con intenciones de matar.

Hoy he pensado mucho en ti.

Me recuerdas a las flores. Mas que todo a las pequeñas y rosas.

Me gustan tus rodillas, y me gusta pensar que con ellas lograrías clavarme las mil y un poquitico más de angustias e inseguridades que me persiguen.

No me lo tomes a mal.

Sé que no viniste nada más que a mirarme a los ojos, sonreírme un poco, y marcharte. También sé que viniste a dejarme con un suspiro atrancado en el pecho y un giño en el ojo derecho que nunca te pude dar.

O sólo tal vez, me dejaste tan seca en el adiós y sin fuerzas que olvidé cómo se guiñaba.

Solía admirar tu barbilla, me gustaba pensar en lo delicado que se posaba tu rostro ante el día.

¡Le robaste la belleza al sol, al cielo!, un amanecer era lo más cercano que tuve para recordarte.

No sabes cómo me dueles. Y no lograrás comprenderlo, "pues uno es de donde llora", y por desgracia estoy atada, con hilos irreales, a dicho ilusorio lugar.

Mas no sufras por mí, ni siquiera lo pienses. Eres demasiado arte para este lienzo vacío y añejo.

Estás hecha no sólo por la misma luz de la luna, si no también por quién la creó.

Estás hecha no sólo por la misma luz de la luna, si no también por quién la creó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Picture: Cody Klintworth.

Poesía sustancialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora