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Lo primero que sintió antes de despertar del todo, fue la suave textura en donde su cuerpo reposaba, luego el aroma de las sábanas limpias y el potente olor a verano que inundaba sus fosas nasales es tan potente que lo único que quería en ese momento era impregnarse de ese aroma, que todo su cuerpo quede envuelto por él y que jamás en su vida se desprendiera de su piel.

Ji tardó un momento en abrir los ojos, aún estaba embelesado por el exquisito olor, por ello mantuvo sus ojos cerrados por un momento más, para deleitarse de la esencia. 

Con un largo suspiro y una última respiración profunda decidió abrir los ojos y ver la procedencia de aquel aroma. Lo primero que vio al abrirlos fue un techo color celeste, era un muy bonito tono, aunque le gustaría que fuera un color mas cálido. 

-Despertaste-escuchó una voz que se filtró por todo su cuerpo haciendo que el corazón le latiera desbocado, si solo su voz le provocó aquello, ¿que pasaría si observa al dueño?

Paso saliva por su garganta antes de voltear su cabeza y ver de dónde procedía aquella voz, al hacerlo, sus ojos verdes se posaron en otro par de ojos de color azul, unos mas oscuros que los suyos, mas profundos, solo con observarlos se sintió como una presa, esa profundidad con que lo veía era sin duda abrumadora, hacia que todo su cuerpo se estremezca en una ola de incertidumbre y gozo al mismo tiempo al no entender el porque aquel par de ojos lo miraba de esa forma tan abrumadora. 

-Ah…-de su garganta no sale ni una sola palabra y es que la presencia de aquel hombre provoca ese efecto en él, que casi no puede procesar información.

En el instante en el que sus palabras no salieron de su boca, una sonrisa surcó los labios de aquel ser sorprendente. 

Seokjin con gran esfuerzo desvió la mirada de aquel par de ojos y así poner atención a todas las facciones del hombre que se encontraba a un lado de la cama en una silla. Su piel es ligeramente bronceada, su cabello es corto y rubio con algunos mechones marrones, nariz pequeña y debajo de ella unos labios carnosos le sonríen radiantemente y si por si no fuera poco, en sus mejillas posaban un par de hoyuelos, era el hombre mas magnifico que vio en su vida y eso que solo vio su rostro. 

Namjoon se perdió en un segundo al ver aquellos ojos verdes claros, llenos de inocencia y un brillo excepcional, pudo decir en ese instante que los ojos de su compañero eran los más hermosos de todo el mundo. 

Ambos no dijeron nada por un largo momento, se dedicaron a observarse sin decir una sola palabra y es que ambos se asombraron por la belleza que se encontraba justo en frente qué, las palabras simplemente se quedaron atascadas en sus gargantas, después de los primeros minutos se dieron cuenta de que les sería imposible dirigirse nada más que miradas y así lo hicieron, deleitaron sus pupilas con lo que tenían en frente y sus ojos no se apartaron en ningún momento, no hasta que se sintieran saciados por la vista, aunque eso les sería imposible ya que a lo largo de los años les sería imposible quitarse los ojos de encima. 

-El médico vino a revisarte, dijo que estabas en buenas condiciones, que solo necesitabas un buen descanso-rompió el silencio Namjoon, pues no podían quedarse así para siempre.

-Ah ¿Eh?-al fin Ji salió de su estupor al escuchar decir que un médico había ido a revisarle, pues solo una vez en toda su vida un médico lo revisó y eso fue cuando llegó a la casa del Señor Lee-¿Un médico me revisó, por qué?

-Bueno, te desmayaste y cuando te encontré estabas temblando-responde Namjoon un poco perturbado, pues se le hizo extraño la reacción de Seokjin, era como si no esperara que alguien se preocupara demasiado por él como para llamar un médico para que lo revisara. 

La mente de Ji empezó a trabajar cuando escuchó al hombre, su mente empezó a traer los recuerdos de esa habitación, de la dolorosa sensación, del fuerte calor que inundó su cuerpo antes de que cayera desmayado. 

Su corazón latió fuertemente al traer esos recuerdos, el dolor había sido tal que no supo cómo es que había resistido aquello, su respiración se volvió irregular al recordar el dolor en su cuerpo, el miedo que inundó cada fibra de su ser al no saber qué le pasaría en esa oscura habitación. 

-Hey, hey, tranquilo, estás bien, ahora estás bien, estás a salvo-escuchó decir mientras sentía un calor muy acogedor alrededor.

Ji no supo en qué momento cerró los ojos, pero al abrirlos, el hombre estaba muy cerca de él, sus manos acunaron su rostro y limpia sus lágrimas que estaban cayendo por sus mejillas, el rostro del hombre estaba tan cerca que pudo percibir sus respiraciones mezclarse entre sí.  

El aroma que desprendía el hombre hizo que el recuerdo del dolor y el miedo se fuera lentamente mientras miraba directamente esos ojos profundos que lo derriten con una sola mirada, después de eso sintió ser acunado entre los fuertes brazos del hombre. 

Se quedó en esa posición, olvidándose por completo una importante pregunta que tenía que hacerle y antes de que se atreviera a preguntar un par de golpes en la puerta hizo que el hombre deje de abrazarlo, para ir a abrir la puerta. 

El hombre se dirigió a alguien en la puerta y luego volteo a mirarlo por un momento y salió de la habitación. 

Debió haberle preguntado si él era su dueño o si alguien más lo era, ahora se encontraba confundido. 

¿Acaso las cosas pasaron como la última vez, ese magnífico hombre mató a ese anciano de olor desagradable y ahora le pertenecía a él o había alguien más al que debería dirigirse como amo? Pero ahora era muy tarde porque el magnífico hombre ya no estaba en la habitación. 

Con algo de desconfianza se puso de pie, nunca fue muy curioso, pero ahora ese sentimiento le estaba carcomiendo por dentro, quería saber si ese hombre era su nuevo dueño, ansiaba que ese hombre fuera su dueño. 

Se acercó lentamente a la pequeña abertura de la puerta y pudo ver al atractivo hombre que lo abrazó con otro hombre un poco más mayor, aunque no supo qué edad tenía, pues en el mundo cambiante es difícil saber con exactitud las edades de los demás. 

El hombre parece ser  mayor, es también muy atractivo y emite un aura muy fuerte, pero esa aura también la tiene su hombre magnífico. 

Ambos intercambiaban un par de palabras y luego su magnifico hombre sacó de su bolsillo un pequeño bolso negro y se lo entrego al otro hombre, este lo abrió y pudo ver que salían de aquel bolso unas cuantas piedras brillantes. 

Lo que vio fue un poco extraño, pero no era la primera vez que observo algo como eso, se dirigió nuevamente a  la cama y se recostó sobre ella intentando recordar la última vez que observo algo como eso.

Él tenía como 15 años y el Señor Lee le dijo que vendría alguien a casa, dijo que debía servir los bocadillos y las bebidas y luego le ordenó irse a su habitación y así lo hizo, pero en ese entonces su curiosidad estaba en apogeo y se quedó escondido en el pasillo que conectaba a la sala de estar con la cocina. 

Su amo le entregó una pequeña bolsa negra al hombre y este la abrió para después dejar caer su contenido en su mano, eran piedras brillantes, el hombre asentía para luego salir por la puerta principal, pasaron unos cuantos minutos y volvió a entrar trayendo consigo a un pequeño cachorro que parecía ser un zorro, debía tener unos 10 años y se lo entregó al Señor Lee, después de ello el pequeño se quedo en casa y también llamaba amo al Señor Lee, aunque el anciano le dijera innumerables veces que lo llamara Señor Lee, cosa que no resultaba efecto en el pequeño. 

Paso unas cuantas semanas y una pareja vino de visita y pasó exactamente lo mismo, la pareja le daba una pequeña bolsa negra al Señor Lee y este les entregó a Ken, así se llamaba el pequeño zorro, al ver aquello se sintió muy triste pues supo que ya no vería a Ken y eso paso, porque la pareja se fue con Ken y nunca más lo volvió a ver. 

Pensó mucho, seguramente el hombre con olor a verano fue donde el anciano y lo mató, igual a como paso con la Señora Kang, luego se lo llevó a su nuevo amo que resultaba ser el hombre mayor con el que estaba hablando fuera de la habitación, pues observó como su magnífico hombre se dirigía a él con respeto o al menos esa era la impresión que dio, pero su magnífico hombre le dio una pequeña bolsa con piedras brillantes al hombre mayor. ¿Eso significaba que su magnífico hombre estaba comprando a Ji? Eso sería muy agradable. 

Entonces llegó a la conclusión que ese amable hombre había comprado a Ji y ahora Ji era su esclavo, entonces él sería su nuevo amo. Eso le puso muy feliz.

SOY DE TU PROPIEDAD (NAMJIN) #2 Mercancía EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora