CAPÍTULO 5

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De nuevo tengo que pasar por esto, aunque realmente la actitud que tiene este lobo a comparación de los demás, me parece un tanto más agradable, al igual que el profesor de matemáticas.

- Tú eres de los nuevos, ¿es cierto? - asentí con la mirada sin verlo - Mucho gusto, yo soy Alan, un total pacer jeje. - pude ver como puso su mano frente a mi vista en forma de saludo el cual tuve que corresponder 

- Gracias, igualmente, es un placer Alan. Y así como te dije, soy de los nuevos, Joker, un placer nuevamente. - lo voltee a ver, tenía una cierta sonrisa en su cara, y a comparación de los otros, no era ni tan fuerte ni débil, simplemente tenía un cuerpo marcado

- ¿Por qué esa forma de ser? ¿No eres de muchas palabras? 

- Francamente no, nunca he sido de los que socializan al primer día de conocer a una persona o establecerse en un nuevo entorno con nuevas personas... Nunca he sido así. 

- ¿Y por qué?

- Problemas de la vida, siempre le he culpado en todo a la vida si me permites decirlo. - vaya, hace tiempo que no tenía una buena platica 

- Dudo bastante que sea eso, ¿sabes? La vida no te ha dicho que seas así, ¿o si? No te ha puesto ciertas reglas o inclusive jamás te dijo que lo fueras para tu beneficio... Y no quiero que lo tomes a mal, pero creo que la forma en la que lo ves es la incorrecta. - ciertamente eso me puso a pensar un poco... ¿De verdad la vida no me ha provocado tantas cosas de las que hoy le culpo?

- No, inclusive me gusta mucho más que una persona como tú diga las cosas como son... Pero en algunas cosas si tienes toda la razón, pero hablas con un obstinado que siempre va a creer más en lo que él dice, que en lo de los demás. - solté una pequeña risita que le contagie a Alan

- Jaja, me alegro de que te hiciera pensar por lo menos un poco sobre ello, puedo notar que realmente eres amigable, y mucho. 

- Hmm... Lo soy, ni yo lo niego, pero me cuesta mucho serlo. No todos deben de merecer un trato bueno de las personas, no siempre lo merecen, ¿me entiendes? - en estos momentos ya lo veía a la cara

- Claro que entiendo, no todos merecen lo mismo... Bueno, gracias por la platica de hoy, definitivamente eres muy bueno como dicen. - se levantó del suelo, tuve que subir la vista para verlo a la cara

- ¿Cómo dicen? - lo mire con cierta angustia, esas últimas palabras que dijo me generaron cierta intriga 

- Claro, como muchos dicen... No tardaras en hacerte conocido en esta escuela... Como sea, ¡adiós! - se despidió de mí, dando media vuelta y caminando de regreso a la escuela

- ¿Popular? Agh, espero que sea una broma eso... - agite un poco mi cabeza para olvidar aquello último, centrando mi mirada a la gran vista que tengo ahora mismo

...

"Ay hijo, nunca vas a cambiar, pero así te queremos y todo. Tu abuelo te manda saludos, espera de todo corazón que te encuentres muy bien y que no te dejes llevar por los tipos malos y que no consumas alcohol ni drogas. Recuerda también que te vamos a dar una parte de nuestra pensión siempre que la recibamos para que puedas darte tus gustos por allá. Te amo hijo, ya esperamos con ansías que regreses."

Siempre los mensajes de mis abuelos me alegran, no puedo evitar sonreír siempre que pienso en ellos, pues son los únicos que de verdad son parte de mí.

Deje el celular de lado, ya faltaba muy poco para que diera la noche, aunque mi estomago estaba pidiendo comida a gritos y no puedo dormir sin comer algo.
Me dirigí a la gran cocina que tiene la escuela, por suerte los trabajadores de allí dejan bastante comida para la tarde, caliente además. 

Serví un poco de la comida que preparan en uno de los platos de plástico que tienen allí, me fui a sentar a un lugar completamente solitario para poder comer tranquilo.
Hay muy pocos chicos que están comiendo a estas horas aquí, pero a lo lejos pude escuchar a alguien gritar mi nombre, ¿quién será? ¿Podré adivinar? Supongo que será ahora el dragón, siempre que aparece el dinosaurio después sale ese dragón azul.

- ¿Puedo comer aquí contigo alumno? - me equivoque, era nada más y nada menos que el profesor Chris

- Adelante. - me hice a un lado para que el profesor se sentase a mi lado 

- Gracias muchacho, ¿pero qué te dije? - deje la manzana que iba a comer para responderle

- ... ¿Qué me dijo? - mordí la manzana, no tenía idea de que responder más que eso

- Te dije que me dijeras padre, ¿en serio lo olvidaste? - al escuchar eso, no pude evitar atragantarme con el pedazo de manzana que masticaba 

- ¿P-por qué? ¿Por qué quiere que le diga... "Padre"? 

- Porque siempre he querido que mi hijo sea bastante inteligente en las matemáticas como tú... Pero desgraciadamente no tengo hijos jeje... Y quería que tú ocuparas ese puesto de forma momentánea, pero no estas obligado a nada Joker. - ahora mismo no sé que decir... No puedo evitar sentir "bonito" por la forma en que lo dijo, aunque me da demasiada pena llegar y decirle "padre" enfrente de todos... 

- Eeehhh... Supongo... Supongo que está bien... Pero no espere que le diga siempre padre en todo momento... No con gente a nuestro alrededor... - dije con cierta pena, bajando un poco la mirada pensando en la decisión que tome

- ¡Que lindo eres hijo! - de la nada, sentí un fuerte abrazo, y con fuerte no miento, me estaba aplastando completamente con sus brazos, aunque tenía una vista perfecta del movimiento de su cola 

- S-sí, gracias... Padre... Pero ahora quisiera respirar o tener mi propio espacio, me gustan los abrazos, pero no tan fuertes... Padre. - supongo que al decirle más veces así, más fácil será soltarme de su agarre

- Lo lamento jeje, pero hace mucho tiempo que no me emociono de esta forma. - me soltó del fuerte abrazo, rascando su nuca con mucha pena - Pero ya come, que la comida se enfría y así ya no sabe tan buena. - finalizo con una sonrisa y un pequeño sonrojo, tomando un sándwich que traía en su mochila para poder comerlo

Bueno, viendo las ventajas de esto podía experimentar qué es tener a un padre, o por lo menos es lo que pienso.

Dos entre uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora