¿que malo podria suceder?

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Mili.
Asee toda la casa con para sólo buscar alguna manera de escapar. Las ventanas y las puertas estaban cerradas, a pesar de todo me diverti, y no pensé tanto en lo que me asecha.
Al final de todo igual cené con el idiota, lo peor es que cuando Pilar me fue a despertar, crei que lo había hecho porque yo estaba dormida encima de la cama, así es que de los cajones saque mi pijama, no entendía porque cuando salí del baño Pilar sólo se río,  hasta que me dijo.
- mi niña, tiene que bajar a cenar. -soltando una risita.
-oh.. esta bien-mientras sacó una sudadera y me la pongo.
A lo que ella contesta.
-bajará así?.
-sip, ya me la puse y estoy cómoda. 
-esta bien.
Entre bostezos y bostezos baje las escaleras, no podía con este sueño. Hasta que llegó a la sala y lo encuentro a el, mirándome extraño.
Al rato me molesto el muy imbécil, como si me avergonzada estar asi, no quise hablarle,mire las paredes todo el tiempo que podía, buscaba algún lugar donde podría esconder las llaves, al rato me dado de estar ahí con el, no quería un interrogatorio, me estaba sintiendo un poco mal, así es que me escabullo lo más pronto, hasta que caigo. Mi visión borrosa, un dolor fuerte en mi cabeza, sólo quiero salir de aquí y volver a mis cosas, el se me acerco a ayudarme pero me aparte, no quería su ayuda, sólo subí a la habitación y me dormí.
Pilar fue temprano a despertarme para asistir a mi primer día de clases, dijo que traería ropa para mi, entre bostezo le doy los buenos días, y entró a la ducha, luego escucho unos golpes en la puerta, sólo grito
-no entreeesss- y dejan de tocar.
Al salir me encuentro con la sorpresa de que tengo ropa muy de fresa, quien iría con ese color? Donde esta el negro en estas prendas?. Ya que no tenía elección y por casualidad toda mi ropa estaba en la cubeta de ropa sucia.. tuve que ponerla, unos jeans rosa pastel, polera blanca con flores del mismo tono, lo único que me gustó fueron las calcetas de gatitos, un blazer, y zapatillas,.
No me quería peinar.. Pero tuve que hacerlo, me hice una trencita, y me aplique delineador. Brillo labial y ya,
Baje con mucho sueño, a desayunar.
Me percató que el muy idiota está esperando en la mesa, y me mire con cara de imbécil, no puedo creer que tenga que verlo siempre, que no puede dejarme tranquila, porque no dejó que me secuestraran, estaría mejor sin tener que soportarlo, que más me podría pasar este día?.
Al acabar el desayuno subí a la habitación, busque unos libros y me cepillo por segunda vez los dientes, guarde el cepillo en mi mochila, y baje, aunque me quedé mirando por un momento la estupida mochila, es rosa!¡ rosa... como si fuera mi color, porque no hay algo negro aquí¡¡... realmente debía hacer algo. Quizás la llenaría de parches como mis mochilas anteriores, aunque no sabía cómo hacerlo. El me buscaría y me dejaría, no habría tiempo, y estoy presa por este sujeto, no tengo dinero, no recuerdo el número de mi familia, porque mágicamente unos días antes todos cambiaron de número.
Y yo me quedé sin celular, sin poder contactarme.
Bajo y ahí estaba el al pie de la escalera, tenía una caja en sus manos, al percatarse era un celular, quizás quería mantenerme controlada, no quise aceptarlo, subimos al auto que no recuerdo de donde lo ha de sacar, sólo estaba allí, subimos y estuvo diciendo Todo el camino que lo aceptará, que si no lo hacía no me dejaría bajar, ni me dejaría ir a clases, así es que tuve que hacerlo, todo porque no quería sentirme encerrada, me advirtió de que no quería que llamara a nadie, ni hablará con nadie de mi pasado, que era preferible que creyeran que estaba desaparecida a que estuviera libre y supieran donde estaba, ya que me dijo que sólo quería protegerme, que no le contará a nadie de esto,.
Me molesto todo eso, pero si no fuera por todas esas cosas de mi pasado.... Porque a mi.. A pesar de no llevarme bien con mi familia, los extrañaba. Extrañaba las discusiones, peleas... Extrañaba mi guitarra, extraño tomar mi guitarra, jugar con mi gato, mis libros que no pude acabar de leer.
Al llegar sólo me hizo jurar que no les diría a nadie donde vivíamos, ni de donde veníamos, ni que pasó en tu pasado, que inventara una estupidez, y que no dijera nada.
Sólo accedí, ya que entendía lo delicado del problema.
Baje, entre al Instituto, me incorpore a clases, estaba media pérdida, así es que llegue algo tarde. Entre y tomó posesión del puesto de atrás, terminó la primera jornada, cambiamos de salón, y justo se me había quedado algo así es que tuve que devolverme, me apresure, pero un chico se estrella contra mi.
-esto es en serio?.. - lo miro enojada.
-hey¡, aquí estas, lo siento, pero se te ha quedado esto en el salón. -enseñandome el estúpido marcador.
-No cuenta me había dado, y como sabes.... Ah..claro tiene mi nombre como morra de básica.
-eh bien, quisiera hablarte de algo, que dices si te unes a nosotros.
-de que hablas?.- lo miro intrigada.
-tienes que hacerlo, si no lo haces costará la vida de cada uno de tus familiares.
Su manera de decir las cosas me causaba realmente miedo. No entendía nada.
-te equivocas de persona.- lo evitó he intento irme.
-no es broma Milagros Díaz. -habla cerca de mi sujetando mi brazo.
-que?- lo miro y hago gesto confuso, ya que estaba bajo otro nombre en este país.
-tienes que hacerlo, es difícil olvidar a alguien con tu carácter, y por sobre todo pasar por desapercibido.- me enfrenta.
-creo que estas confundido niño mongolico, quieres ubicarte?.- mientras lo fulmino con la mirada.
-te veré a las 13,15 en la plaza, si no llegas tendré que obligarte,.- se devuelve el maldito marcador y de marcha.

Yo quedé extrañada un chico de cabello castaño ojos cafés casi negros, buen estado físico, alto, aproximadamente 1,70 y yo me veía tan pequeña a su lado.
Sus palabras me preocupaban, era mi primer día de clases y ya con problemas. No sabía que hacer, terminó la primera jornada, eran las 13.00 en punto, saque mis cigarrillos, encendedor y camino hasta la plaza con pocas ganas de estar allí, si tuviese mi ropa negra pasaría desapercibida por estos lugares. Podría escabullirme rápidamente de aquí.
El tipo llegó, me tomo del brazo y en seguida un vehículo estaba frente a nosotros, me obliga a subir, no sabía que hacer, maneja en dirección desconocida, no se que hacer, sólo pregunto hacia dónde vamos, a lo que responde.
-ya lo sabrás, sólo aguarda.
Me quedo en silencio hasta que llegamos a un lugar extrañamente aislado, me baja del vehículo, y en el otro extremo otro vehículo, en el cual un hombre extraño estaba parado fumandose un cigarrillo  otro tipo baja con otro chico, de ese mismo vehiculo, no entendía nada. Sólo se que el otro chico también parecía estar en las mismas que yo.
El hombre que fumaba se acercó a mi, mientras el idiota que me sostenía de los brazos me apretaba fuertemente para que no huyera.
El tipo de traje se acerca a mi ligeramente.
(Aplausos)
-a quien tenemos aquí?, la famosa hija perdida.
-quien eres, y que quieres?. - me apresuro a decir.
-no pierdes tiempo he?, ya me habían dicho que eras directa al grano.. bien es fácil sólo debes unirte a nosotros, serás pieza clave.
-no gracias, tengo mejores cosas que hacer para andar perdiendolos con gente impertinente.
-recuerdas el mensaje que te envíe hoy?. Ahora tienes que aceptar o aceptar.
-no quiero.
-miras a este chico que tengo aquí?-acercandose al tipo que también estaba en las mismas que yo.- el será tu primera víctima si no aceptas, entiendes?,no querrás hacerle daño o si?
-quien eres maldita sea!, no me hagas Perder mi tiempo y habla claro.
-soy Phelph, el hombre a cargo de todo está gran cadena de quiltros, yo he buscado a tu padre, y lo busco, pero... mis objetivos cambiaron cuando te conocí. Que dices te íntegras? No aceptó un no como respuesta.-me mira curiosamente, queriendo adivinar mi respuesta.
- tal vez.
-que has dicho ?.- pregunta indignado.
- tal vez.- lo miro con cara de aburrida.
-curiosa, no me esperaba esto, pero realmente no entiendes de con quien hablas?.-intentando minimizarme.
-no me interesa de quien seas, me puedes dejar ir? Tengo clases.
-que no entiendes niña? Te estoy contratando, te estoy intentando darte mi mano amiga.
-no necesito amigos, puede tu indígena soltarme?.- lo miro insinuandole al tipejo.
El hace una señal, y el sujeto me suelta.
-que tengo que ver yo en estos embroyos?, déjame fuera, no necesito trabajar para nadie.-caminado, dándole la espalda.
-tu conoces sus movimientos más que nadie.-sonsaca, y le hace una seña al sujeto que quería detenerme, haciéndolo no quedar como idiota.
-no quiero esto, persona equivocada.-me detengo, estoy cerca del automóvil.
El otro chico de pronto golpea al tipo le quita el arma, escucho dos disparos, veo un hombre tendido en el suelo yo entro al vehículo, las llaves estaban puestas, Phelph se escabulle, el chico le dispara a los hombres, mientras se acerca hasta donde estoy, sin dejar de disparar  sube al vehículo, salimos de allí aunque los disparos que nos dejaron en el parachoques nos mostró la adrenalina y en los líos que nos estabamos metiendo.
En el transcurso hicimos una paradas cambiamos de puestos, ya que no conocía el camino, ya que el camino era largo, nos fuimos charlando.
Me dejó en el Instituto, al bajar solo le digo, -encargate de esto.- lo miro y este asiente.
Apenas había bajado a los poco instantes llega Christ. Subo con nervios tratando de fingir suma tranquilidad..

Buen capítulo de hoy, espero que les encante. Aunque me da curiosidad saber quién Es ese chico, y de lo que hablaron.
Buenas noches, feliz Jueves.
Saludos chic@s.

si nos hubiéramos conocido de otra manera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora