Viernes 22 de Febrero de 2019.Mi alarma acaba de sonar, son las 12 del mediodía, ¿tanto dormí? Qué horror, detesto levantarme a estas horas.
Prendí el celular y les mandé un mensaje a mis amigas:
-Hola chicas, mi tía me invitó a una feria, ¿quieren venir? Es a la noche, les ruego que vengan. - Dije con miedo a recibir una lluvia de "no".
-¡Yo voy! No tengo nada que hacer. - Dijo Luz, siendo mi salvación desde siempre.La suerte estuvo de mi lado y todas aceptaron venir a la feria conmigo, íbamos a ser unas 4 adolescentes y mi tía, la compadezco.
Me hizo sentir muy bien saber que iba a salir con mis amigas y mi tía, al principio me disgustó, pero luego de pensar me di cuenta que es necesario, últimamente me estuve sintiendo muy mal, después de todo, ¿qué podría salir mal?
Luego de revisar mis redes sociales decidí levantarme y comer algo.Al abrir la heladera noté que guardaron el sachet de leche vacío, seguro fueron mis hermanos, ¡Detesto que hagan esto! Fui a comprar otro sachet y me hice un té con leche, sí, a las 12:40 del mediodía, no me juzguen.
Al revisar mis redes sociales apareció un anuncio de una película de terror, creo que nunca había salido de la aplicación tan rápido, ¡detesto el terror! Soy muy mediosa y de verdad que la paso mal, admiro a la gente que va al cine a ver estas funciones tan horribles, en mi opinión, traumáticas.Sin darme cuenta ya eran las 6:30 de la tarde, me distraje dibujando, qué imbécil, ¡tendría que haber salido hace 40 minutos! Las chicas me van a matar, voy a mandarles un texto.
-¡Chicas! Se me hizo tarde, ¿ya salieron?- Escribí.
-Ya me estaba por desvestir, estábamos esperando a que nos avises. - Escribió Celeste, otra de mis amigas, conocida por su mal carácter.
-No seas mala, sólo son 40 minutos. - Dijo Priscilla, una de las chicas más dulces que conozco.
-¡Perdón! Mi tía ya debe estar en el lugar, las encuentro en la parada del colectivo. - Dije.
-¡Te vemos allá! - Dijeron todas a la par.Me vestí como pude con unos jeans negros, top negro y mis converse...también negras.
Al llegar a la parada del colectivo las vi a todas súper sonrientes, qué suerte, creí que me matarían. Luz estaba vestida con un vestido floreado de color blanco y llevaba su pelo rojizo lleno de ondas, amaba su pelo, yo le decía Ariel, como la sirenita.
Celeste y Priscila estaban vestidas con unos shorts de Jean azules, aunque las diferenciaba el color de sus remeras podía notar la molestia en el rostro de Celeste, odiaba que usaran lo mismo que ella.-¡Llegué! ¿Me extrañaron?- Dije con entusiasmo.
-¡Por fin! Tu tía te debe estar odiando. - Dijo Luz.
-Ya hablé con ella y dijo que ya está allá. - Les dije.
-Se va a volver más vieja de lo que ya está si sigue esperándonos. - Dijo Celeste.
-¡Chicas dejemos de hablar y paremos ese colectivo que sino lo vamos a perder! - Gritó Priscilla.Tomamos el colectivo y nos dirigimos a la feria en donde nos encontraríamos con mi tía, no la veía hace mucho y estaba muy emocionada por verla.
Luego de un viaje de 30 minutos llegamos a esa famosa feria en donde vimos a mi tía sentada en un banco con su celular esperándonos, debe odiarme. Nos acercamos y la saludamos, por mi parte preferí abrazarla.
Estuvimos toda la noche ahí, jugando juegos, comiendo, riendo, fue una noche maravillosa, me había olvidado de lo bien que se sentía reír y ser feliz, pero todo tiene un fin. Al terminar de comer unas hamburguesas nos dirigimos a la salida, mi tía parecía una adolescente más, se llevaba muy bien con mis amigas.
El lugar estaba ubicado en la zona más tenebrosa de Morón, no había muchas casas y si caminabas un poco más adelante te encontrabas con un descampado. Ya eran las 12 de la noche, ¿en qué momento se pasó tan rápido la hora? Sin darnos cuenta perdimos un colectivo, así que decidimos caminar hacia la otra parada.
A medida que íbamos caminando hablábamos de lo bien que la habíamos pasado, estaba muy feliz, hasta que nos empezamos a acercar al descampado. Al acercarnos notamos un muro lleno de graffitis hermosos con muchísimo color, parecía un pedazo de pared en medio de la nada, quizás hace mucho tiempo hubo una casa y con el transcurso de los años se derrumbó. Decidí ignorar mi miedo que me causaba estar en ese lugar y le tomé una foto a esas obras de arte.
Cuando tomé las fotos noté unas flores blancas y unas velas (ya apagadas) en el piso, se notaba que estuvieron mucho tiempo allí, acá en Argentina es normal que se encuentren este tipo cosas en lugares desiertos, mucha gente viene acá a hacer sus rituales. Al ver eso me asusté, así que me dirigí hacia donde estaban las chicas y mi tía esperándome.-Cuando terminé de sacar la foto me di cuenta que en el piso había velas y flores blancas, ¿podemos ir más rápido? Me da mucho miedo este lugar. - Dije muy asustada.
-¿En serio viste eso? No lo tocaste...¿no? - Preguntó mi tía, siendo una de las personas más supersticiosos que conozco.
-¿Estás loca?¿¡cómo voy a tocar eso!? - Le dije muy exaltada.
- Ailu es muy miedosa, si de verdad vio eso aún no entiendo como hizo para no irse corriendo.-Dijo Priscila, intentando hacerse la graciosa.No le dimos importancia así que seguimos caminando, faltaban unas pocas cuadras para llegar a la parada del colectivo, por fin íbamos a salir de este lugar tan horrible, no veía la hora de estar en mi casa y dormir.
Todo iba bien, hasta que empezamos a escuchar el canto de alguien, era una voz dulce, como de una niña, todas nos quedamos quietas del miedo, no sabíamos si correr, si fijarnos si era una niña perdida, no tuvimos reacción. Estábamos heladas, la voz de la niña se escuchaba cada vez más cerca, mirábamos para todos lados para saber de donde venía, y allí estaba, con su cabellera castaña y una corona de flores blancas, su vestido era idéntico al color marfil, ella estaba descalza y sucia, ¿lo más raro? Cantaba en un idioma muy raro, un idioma que nunca escuché en mi vida.
La niña se estaba acercando a nosotras mientras nos cantaba, y sin darnos cuenta, ella empezó a correr dirigiéndose a nuestro lugar. Ya no estaba cantando, estaba gritando palabras raras, mis amigas, mi tía y yo empezamos a correr, creo que nunca había corrido tanto en mi vida, estaba muy asustada, sentía ganas de llorar y de estar con mis padres, no quería estar ahí.
A medida que corríamos mi tía nos gritaba que no miráramos hacia atrás, todas le hicimos caso (obviamente), ¿qué clase de persona miraría hacia atrás en una situación así? Lo que menos quieres es ver a esa cosa horrible, quieres desaparecer del lugar y llorar como un bebé.
Los pasos de la niña se empezaron a escuchar más cerca, ¿cómo es posible que esa criatura pudiera correr más rápido que nosotras? Estábamos muy cansadas, mis pies ya no podían avanzar más. Desde lejos vimos la parada del colectivo, pero quedarnos ahí esperando a que viniera no era una opción. Sorprendentemente los pasos de la niña ya no se escuchaban, sólo se escuchaban los nuestros, y poco a poco, con mucho miedo, fuimos frenando nuestros pasos.
-No se den vuelta. - Dijo mi tía con la respiración agitada y lágrimas en los ojos.
-¿Qué vas a hacer?- Le preguntó Celeste, también agitada.
-Tía vámonos de acá, por favor, quiero estar en casa y tengo mucho miedo. - Dije con los ojos llenos de lágrimas.Mi tía no pudo ni contestarme que sintió como alguien le mordía la pierna, era esa criatura horrible vestida de blanco de nuevo.
Todas empezamos a gritar que nos ayuden, teníamos mucho miedo de tocarla, de que nos hiciera algo. Se me cruzaron muchos pensamientos en tan sólo un segundo, nuestra primera reacción fue tratar de sacarla de allí, estaba arriba de mi tía tratando de morderle la cara, esa niña tenía una fuerza sobrenatural, no era normal.
Intentamos entre todas sacarla, y cuando lo conseguimos, yo, totalmente cegada por el miedo y la adrenalina, agarré un ladrillo que estaba cerca, me subí arriba de ese demonio vestido de blanco y empecé a golpearle la cara con todas mis fuerzas.
Luego de unos cuantos golpes dejó de gritar. Su cara estaba destrozada, irreconocible. Mucha sangre corría por mis manos, el ladrillo pasó de tener un color tierra aburrido a tener un color rojo muy intenso. No podía creer lo que había hecho, había matado a una persona, a un ser vivo, un ser que parecía estar poseído, no sabía si sentir culpa, si creer que estuvo bien o no, Dios, ¿qué hice? Correr sin parar hubiera sido mejor que esto, ¿en qué me metí? No puedo soportar todas estas preguntas, quiero retroceder el tiempo y haber rechazado esta propuesta.
Mis amigas, incluyendo mi tía (aún en el piso), estaban en completo shock, parecían estatuas, todas estaban mirando lo que había hecho, sin decir nada, sin moverse. Ellas tampoco entendían que había sucedido.
Quiero desaparecer.

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Flores Blancas.
ParanormalTras la mala decisión que tomaron un grupo de chicas, ellas deberán pasar por diversas situaciones traumáticas en las que deberán ser fuertes. Flores blancas por doquier, rituales, tambores, persecución...¿Podrán ellas salir de esto?