Flores Blancas.

Capítulo 4

Sábado 23 de Febrero del 2019.

   Me levanté de mi cama y fui directo al baño, mis dientes me dolían demasiado, nunca había  sentido un dolor así, yo siempre fui una persona que se los cuidó  bastante. ¿Porqué me dolerían de esta manera? ¿Será alguna infección? Cuando me despierte completamente voy a ir al dentista.
   Al mirarme al espejo noté que mis dientes estaban negros, rotos, llenos de gusanos. No pude evitar asustarme y gritar. Los empecé a tocar de la desesperación y ¡sorpresa!, se me empezaron a caer sin siquiera rozarlos, ¿qué me está  pasando? Mi boca empezó a sangrar y a largar un olor nauseabundo, empecé a llorar y a gritarle a mi mamá, pero mi voz ya no salía, estaba muda, mi voz ya no estaba, se había ido y no podía llamar a mi madre. Opté  por correr, pero caí al piso, traté  de arrastrarme, pero mi cuerpo estaba completamente dormido y no podía moverlo. Cuando ya estaba a segundos de rendirme siento como alguien agarra mi pierna, era la niña, con el rostro destrozado saliendo del piso, arrastrándose hacia mí lentamente. Sentía pánico, mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho cuando de repente me despierto.
    Había tenido una de las peores pesadillas de mi vida y se había sentido muy real.
    Lo primero que hice al despertarme fue ver la hora en mi celular, eran las 11:00 am, mi mamá seguro ya estaba despierta.
     Desperté a mi tía y fuimos a desayunar, le dijimos a mi mamá que ella quería venir de sorpresa  para verlos todos, obviamente era mentira. Luego de desayunar mi tía se despidió de mí con un abrazo muy fuerte, ¿cómo  íbamos a tener una vida normal luego de la noche terrible que acabamos de pasar?¿Cómo se supone que iba a dormir tranquila y si se que voy a tener más pesadillas como estas? Tirarse de un puente es mucho mejor que esto.
    Mi tía no quería volver a su casa, así que se hospedó unos días  en lo de mi abuela y luego se mudaría a un lugar mejor. Hoy tenía que trabajar, al menos me iba a distraer un poco, prefiero hacer cualquier cosa antes que pensar.
   Mis amigas y yo, además de jurar que nunca le contaríamos lo sucedido a nadie, también  juramos no hablar de esto jamás, nunca jamás.

    Vibró mi celular.

   -Sé que juramos no hablar de esto nunca jamás pero, ¿cómo están?- Preguntó Luz.
   -Yo tuve una pesadilla anoche, realmente no siento nada en estos momentos, sólo miedo. - Contesté.
   -Yo también tuve una pesadilla.-Dijo Celeste.
   -Yo igual, fue la peor. -Dijo Priscilla.
   -Al parecer todas tuvimos una.- Contestó Luz.

   Luego de hablar un rato con ellas decidí  intentar olvidarme de todo y seguir con mi vida normal. Nunca fui cercana a mi mamá, siempre fuimos muy distantes, pero estaba tan empeñada en tratar de no pensar que hablaba con ella los más posible.

   Ya eran las 17:40, en casi una hora entraba a trabajar. Me preparé, hablé con Luz y salí.
    Cuando me encontré con ella fue la primera vez en nuestros 8 largos años de amistad que estábamos en completo silencio, caminábamos sin decir nada, sin siquiera mirarnos, no sabíamos que decir, ambas seguíamos  en estado de shock, el tan sólo verla me hacía acordar de aquella noche.
    Nos pusimos nuestro uniforme y empezamos a trabajar. Hoy nos tocaron clientes insoportables, quise tirarle la bandeja a más  de uno, pero como buen mesera que soy me tengo que callar y ser sumisa de todos, puag.
   Todo iba bien (creo), unos clientes se levantaron de la mesa así que fui a limpiarla. Cuando estaba a punto de limpiar la mesa noté que había algo, era una flor blanca, la misma que vi en las velas, la misma que estaba en la corona de la niña. ¿Es esto una broma?¿alguien nos vio y se está  burlando de nosotras?¿qué  carajos es eso? Lo primero que se me cruzó por la cabeza fue decirle a Luz, pero no quería hablar de esto con ella, no quería hablar de lo que pasó ayer, así que preferí romperla y tirarla.
   Estaba yendo al baño cuando Luz me llama.

   -Tengo mucho miedo. - dijo con los ojos llorosos.
   -¿Qué pasó? - le pregunté muy preocupada.

  Ella sin hablar levantó  su brazo izquierdo y me mostró una flor, otra maldita flor blanca, esto ya me está asustando.

    -Yo también encontré una. - le dije.
    -¿En serio?¿en dónde? Esto me está asustando. Yo la encontré en el lavabo cuando salí del baño. - Contestó.
   -En la mesa de afuera, pero la rompí y la tiré. - le respondí.

   Ambas preferimos ignorar lo sucedido, hasta que recibimos un mensajes de las chicas, y yo de mi tía, diciéndonos que encontraron una flor blanca en sus casas.
   Se nos congeló el corazón, esta niña nos está siguiendo, maldita sea. ¿Qué vamos a hacer?.
   Cuando miré hacia afuera noté que unos clientes me estaban llamando, pero los clientes no estaban sólos, detrás de ellos, muy a lo lejos había una silueta blanca, era ella, con su rostro destrozado mirándome fijo. No me iba a dejar en paz ni aunque me muriera. Se me hizo un nudo en la garganta y fui directo al baño, no pensaba salir, no quería ir, quería desaparecer.
   ¿Y si estoy enloqueciendo?¿y si es una pesadilla? Alguien que me mate, por favor.