Doy gracias a la lluvia

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Han pasado ya dos días desde que no veo a Daniel, y aunque nos hemos estado escribiendo casi todo el rato, no es lo mismo.

Quiero ver su sonrisa, aunque acabe como un tomate.

He pasado estos dos días poniéndome al día con Laura y María, que por cierto siguen dándome la lata con que le vuelva a sugerir salir a Daniel. Quiero verlo pero la cosa es que espero que el haga ese paso... Un poco machista, pero él es el hombre.

Estoy en casa de Laura que es mi vecina, a tan solo unos portales distancia, mirando alguna telenovela, cuando oigo mi móvil sonar.

Daniel : Buenos días!😘
Yo: Hey!!😘 Si que duermes mucho 😂
Daniel: Algunos necesitan el sueño de belleza, más que otros 😉
Yo: Ja ja ja, ¿Con esto crees que te salvas?
Daniel: Nooo... Esperaba salvarme si te llevo a tomar algo hoy. ¿Que me dices?
Yo: Suena tentador🤔
Daniel: Vengaaaa, no me dejes con las ganas.
Yo: Bueeeeno... y solo porque estoy en deuda contigo.
Daniel: Bieeen!!! Nos vemos a las 7 en el centro comercial??
Yo: Perfecto!

Suelto el móvil y me cubro la cara con una almohada gritando de alegría. Por dios, que llegue ya la tarde.

Miro a Laura que simplemente ríe negando con la cabeza. Se que ella tiene su vida casi resuelta, y que todo es perfecto con su novio, pero para mí esto es un gran paso.

Recuerdo la primera vez que besé a un chico y la vergüenza que me dio, y es que desde entonces tampoco he tenido mucha práctica.

Da un poco de vergüenza decir que a los 17, casi 18 años sigues virgen y tan solo has besado a 3 chicos.

-Vamos a la terraza a fumar y luego vamos a arreglarte un poquito -comenta levantándose de la cama y buscando el tabaco en el bolso - Porque supongo que con Daniel vas a verte si te brillan tanto los ojos.

-¡Eres una exagerada! No se me nota tanto -pero solo por si acaso me levanto y me miro en el espejo.

Yo no veo nada nuevo, la misma cara, los mismos ojos, escondidos bajo gafas.

-Clarooo... por eso has ido directamente al espejo -abre la puerta de la terraza y nos sentamos en el suelo encendiendo el cigarro.

-¿Sabes? -digo dándole una calada - Aún no me creo que este interesado en mi.

-¡Eres muy tonta! - me reprocha.

-Puede que sea majo porque Ana le habló de mi -digo encogiendome de hombros.

-Pero ella no le obligó a salir contigo -y allí tiene Laura un punto.

-Venga, haz tu magia en mi cara -digo señalando mi cara y entrando dentro.

♡☆♡☆♡☆♡☆♡

Horas más tarde estoy en mi casa, mi pelo y mi maquillaje ya listo, mirando mi armario como si nada bueno saliese de el.

Al final me decido por unos vaqueros cortos, una camiseta de manga corta blanca simple, y en los pies mis converse blancos.

Simple pero elegante.

Saludo a mi abuelo y empiezo a caminar hacia el centro comercial.

Pienso en todo lo que siento cuando veo a Daniel, y se que es muy pronto, pero es algo que simplemente sucede. Es como una electricidad en el aire que cobra vida cuando está cerca, que apaga mi razón y da pie a mis impulsos, todos ellos sobre dejarme llevar.

Y es que seguramente, no sea la clase de chico que quiera algo a medias, parece de lo que van a por todo o nada.

Mentiría si dijese que eso no me asusta, ya que hasta ahora solo te tenido contacto con chicos que no sabían ni su nombre con seguridad.

Fuego, humo y cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora