Llevaba dos meses ya en Hogwarts. Era el día de Halloween, lo que significaba que hoy habría un banquete especial. Todos comentaban lo grandioso que seria, mi madre me había hablado de este y había comentado que era el mejor banquete que vería en mi vida. Moría por confirmarlo.
Aun con el tiempo de mi estadía, todavía no había hablado ni una sola vez con Harry Potter. No es que fuera algo particularmente importante, pero es que compartíamos todas las clases y pues, yo era amiga de los hermanos de Ron Weasley, con quienes eran inseparables. No resultaba algo excepcional, simplemente extraño.
Era la mañana y junto a Fred nos encontrábamos tomando el desayuno. No tenía idea de por qué George no se encontraba con él, y Eva había estado solo unos minutos con nosotros. Se había dirigido a la biblioteca para verificar un último de detalle de la tarea que la profesora McGonagall nos había dejado. Esa chica era muy dedicada, se decía que casi tanto como Hermione Granger. Yo no era tan mala, es decir, me iba bastante bien; solamente no me dedicaba al cien por cien por ser la alumna destacada de mi clase. Con años sin amistades que valieran la pena y fueran verdaderas... pues había decidido que este año seria para hacer amigos, crear lazos importantes con gente que quisiera y momentos que recordaría. Era importante para mi futuro tener buenas notas, pero estaba claro que si algo quería recodar del colegio, serían los grandes momentos con personas que amase.
Tal vez el año siguiente seria para concentrarme un poco más en los estudios, por ahora disfrutaría con mis gemelos favoritos y esa amiga mía tan particular.
-Oye Freddy...
-¿Sucede algo bonita? –me pregunto mientras se llevaba una tostada a la boca.
Fred había tomado la costumbre de llamarme de esa manera, lo cual me ponía muy nerviosa. Era con quien mejor me llevaba y para que vamos a negarlo, muy atractivo. Estaba claro que él solo me decía así de forma cariñosa, como amigos, pero no podía evitar sonrojarme cada vez que me decía ese apodo.
-Pues, tú y yo somos amigos. ¿Cierto?
-Por supuesto.
-¿De los verdaderos?
-Daria mi vida por ti, princesa –dijo simulando un intento de reverencia.
Así había sido mi vida los últimos dos meses. Fred alegraba mis días con sus bromas, por supuesto George también, solo que con Fred es con quien había conectado fuertemente. Yo también haría todo por él. No lo había notado, pero había estado observando fijamente a Fred por un largo rato...
-Sé que soy hermoso, pero deberías disimular, toda la escuela notara cuanto te atraigo.
-Es cierto Freddy, nuestra relación es un secreto. No queremos que todos sepan que la niña más linda de Hogwarts te ha prestado atención. Tengo una reputación que mantener –dije mientas utilizaba mi manos para ondular mi cabello.
-Ya caerás rendida de amor por mí, y ese día presumiré que la niña más linda de Hogwarts está muerta por mí.
-Harían una pareja estupenda, dos traidores juntos.
Draco Malfoy no había parado de molestarme desde aquel día en que le abofetee. Peor aún, era bastante leve lo que me decía a mí, se había ensañado fuertemente con mis amigo, más específicamente con Fred.
-Déjala en paz Malfoy.
-¿Vivieran en Rowle Manor o en la pocilga que llamas casa, Weasley?
-Púdrete –susurre intentando controlar mi enojo.
-¿Qué has dicho linda? No te oído, tu cobardía y su pobreza no me deja escuchar lo que dices.
-He dicho que te pudras –dije levantándome y haciéndole frente –él vale mucho más de lo que tu estúpida casa debe valer, y tiene mucho más que tú en tu miserable cámara.
Malfoy estaba rojo de la ira y se notaba en su mirada que lo que le había dicho, lo había enfurecido. No esperaba que me agarrara de la muñeca y me llevara a rastras hacia fuera del Gran Comedor. Estábamos ya bastante lejos y me estaba doliendo el brazo, por la fuerza que ejercía en mí. No parecía de Draco supiera a donde iba o que tuviera la intención de parar en algún lado.
-¡Malfoy! ¡Suéltame! –Nada, parecía que no me había escuchado -¡Draco Malfoy, suéltame! ¡Estas lastimándome!
Fue recién ahí cuando me soltó. En su mirada podía ver la confusión, creo que no se había dado cuenta de lo que había hecho. Unos segundos después reacciono y volvió a fruncir el ceño. Nunca soltó mi mano y aprovecho esto para llevarme a una pared y acorralarme en esta.
-Que te quede claro princesita, llegara el día en que estés tan enamorada de mí que aceptaras cuanto más valgo yo que ese pobretón, y llegara el día en que harás todo por mí, incluso traicionar a ese y tus amigos.
-Sueñas Malfoy, sueñas –lo fulmine con la mirada y él me dio una sonrisa egocéntrica.
Así nomas me soltó y se fue por donde habíamos venido. Rato después apareció Fred, bastante preocupado.
Draco Malfoy podía irse a Azkaban y a mí no podría importarme menos.
YOU ARE READING
I really don't want to love you (Draco Malfoy y Tú)
Fanfiction___ Rowle pertenencia a una familia de sangre pura y, como todos quienes pertenecían a una, debía cumplir con las expectativas de su familia y la sociedad, respetar las tradiciones y siempre mantener la frente en alto. Aunque estas ultimas dos se vu...