El chico de último año •Maylor•

7. Día difícil

6:30 A.M., hora de levantarse.
A Roger le costó un poco, ya que el insomnio lo había castigado por la noche.
Brian, entre la emoción y que madrugaba sin problemas, pudo salir de la cama enseguida. Se apuró a alistarse, ya que quería llegar antes que su novio para que no esté solo, esperándolo.

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"Buenos días, Rog" exclamó el rizado cuando lo vio llegar por la puerta de la escuela. Lo tomó entre sus brazos y lo despeinó levemente.
"Maldita sea, Bri. Estuve horas peinándome" dijo para soltarse del agarre. Mentira, en realidad fue por la vergüenza de que todos estuvieran viendo. Pudo sentir cómo la gente lo miraba y susurraban entre ellos, incluidos los amigos de Brian, que seguro no tenían ni idea acerca de qué se trataba todo eso. Salió corriendo abrumado. Tanto tiempo sin que nadie lo viera, y ahora era el centro de atención. Se sentó bajo las gradas del gimnasio y echó a llorar.
"Cariño" susurró May al verlo. "Lo siento tanto. Es mi culpa" se disculpó apenado sentándose junto a él.
"No. Es mía por ser antisocial y un estúpido que no soporta que se le queden mirando"
"Claro que no. Dios, no debí haber hecho eso. Perdóname, por favor"
"No estoy enojado contigo, tonto. Pero creo que deberías volver allá"
"Que se jodan, quiero estar contigo"
"Solo estaré bien. Siempre lo estuve"
"Ahora que me tienes, no te voy a dejar. Déjame buscar a John, mi mejor amigo y mi novio deben conocerse. Tengo la impresión de que van a llevarse bien"
"¿Se lo vas a decir?" abrió grandes los ojos, esperando que sea broma.
"Sí, si es que quieres. Esto es decisión de los dos y si..." fue interrumpido por un inocente y corto beso.
"Ve por él. Muero por conocerlo"
Unos dos minutos después, los dos amigos llegaron.
"Bien, John, éste es Roger..." se le acercó al oído "...mi novio. Y Roger, éste es John, mi mejor amigo"
Se estrecharon las manos.
"Es un gusto conocerte" masculló el rubio.
"Igualmente. Después de tanto tiempo viéndote a escondidas, es bueno poder conocernos" Recibió un codazo por parte del más alto. "¿No sabía?"
Taylor sólo le regaló una mirada tierna y un pequeño sonrojo a su pareja.
Deacon contó anécdotas vergonzosas de Brian, que hacían que éste se pusiera rojo por completo y que el ojiazul riéra a carcajadas.
Fueron separados por el timbre.

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En la hora del almuerzo, se sentaron los tres en una mesa un poco en el medio del comedor, cosa que no le gustaba mucho al rubio, pero sino deberían compartir con alguien más, y eso era peor.
"Creo que bebí mucho jugo. Ya vengo" se excusó John para ir al baño.
La pareja rió ante el comentario.
"Oh, Rog, tienes crema del pastelito" siguió riendo Brian.
"¿A dónde?" preguntó el nombrado, tratando de limpiarse.
"¡Lo hiciste peor!" estalló en carcajadas.
"¡Brian! Dime qué tengo" se quejó Roger.
En la desesperación del menor por acomodarse la cara, no se dió cuenta de que el rizado tomó una servilleta para acercarse considerablemente a él y limpiarlo.
"¿Qué haces?" se separó rápidamente sonrojándose a más no poder.
La gente comenzaba a susurrar de nuevo mirando hacia donde estaban, y de nuevo esa sensación que lo presionaba en el pecho. Una vez más salió corriendo, pero ahora, Brian no pudo encontrarlo.
"Joder, ¿dónde estás?" pensaba una y otra vez mirando cada rincón de la escuela. "Y yo que soy un estúpido. Quiero lo mejor para él y lo arruino todo"
Por fin dió con él en una de las duchas del baño para los deportistas.
"Roggie" se arrodilló frente a él para abrazarlo, haciendo que llorara más fuerte.
"Quiero irme a mi casa" sollozó.
"Vamos a que llamen para que te busquen, ¿si?" se separó un poco para poder verlo a los ojos.
"Ven conmigo"
"No puedo irme, mi amor. Tengo que cumplir el horario, y sólo me queda una hora. Prometo ir cuando salga"
"¿Lo prometes de verdad?"
"Claro que sí. Dejaría todo por tí, pero justo ahora no puedo"
"Lo siento tanto, Bri"
"Yo lo siento, por exponerte así. Entiendo si quieres volver a estar solo"
"No, me gusta estar contigo, y ahora John. Pero es que me molesta cuando nos miran, siento que nos están juzgando y se siente jodidamente terrible. Además me asusta que me hagan daño"
"No voy a dejar que te pongan un sólo dedo encima. Y el que se atreva, se enfrenta conmigo"
"¿Y qué va a pasar cuando te vayas?"
"No te preocupes por eso, no ahora"
"Acércate" Brian obedeció "Te amo" susurró casi inaudible.
"Te amo más" posó su mirada en los labios de Roger, esperando su aprobación para poder besarlo. El nombrado dió como respuesta mirar hacia el mismo lugar de su novio, y así sin más se encontraron en un dulce beso.
Otra vez, el fin del recreo los separó.