CAPITULO 3

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23 de marzo de 1982.

Querido diario cuando se llegó la hora del receso el niño que estaba en frente de mí me dijo que si quería sentarme con él y sus amigos para comer nuestros almuerzos.

Asentí varias veces con mi cabeza porque de la emoción hasta se me trabó la lengua.

Cuando llegamos a la mesa había otros niños; lucían un poquito mas grande que nosotros dos. Gabriel y Christian si terminaron siendo mas mayores, ellos iban en primero de secundaria ¿¡Puedes creerlo!? ¿¡Me rodeo con chicos de secundaria!? Los otros dos niños eran Sebastian y Mike; ellos tenían nuestra edad solo que estaba en un salón diferente. Cuando me presenté mi voz salió un poco mas aguda de lo normal; Gabriel dio un gritito emocionado y me peñiscó las mejillas mientras me llamaba adorable. No pude evitar decirle lo extraño que era mientras me tallaba mis mejillas ¡las dejó adoloridas! Esto era una clara muestra de que mis habilidades sociales nunca han sido muy buenas, Helen era la encargada de eso pero ¿sabes diario? ellos no se molestaron al contrario me dieron la razón mientras reían. El receso la pasé con ellos, en medio de platicas, risas escandalosas y una que otra pregunta sobre mí.

Es tanta mi emoción que ya hasta se me olvidaron sus nombres. Que menso soy.

Posdata: Me acabo de dar cuenta de que el niño sentado frente a mí es el mismo del de sonrisa de encías y diente chueco.

Corazones ErrantesWhere stories live. Discover now