Aron: ¡Hola Gente! al fin vamos a tener protagonismo.....bueno caaaasi...mejor empiezo.—se aclara la garganta.—Había una vez un chico que vivía con su hermanastro en un pequeño Reino, este joven obsesionado con la higiene limpiaba la enorme casa todos los días por lo que la gente comenzó a llamarlo Cinderelle hasta que él mismo olvidó su nombre, solía hablar con un grupo de ratones que lo apoyaban cuando estaba triste por lo que con el tiempo les puso nombre, el más grande y blanco era Ace, el marrón con manchas blancas era el más guapo por lo que lo llamó Aron y los dos grises los llamó Akarin y Arisha.
Un día vio desde su jardín a un joven que caminaba sin rumbo fijo y totalmente perdido....
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(Pv Aras)
—¡Hey! ¿Te encuentras bien?
—¿Eh?—el chico me miró como si no esperara que le hablara.
—¿Te perdiste?
—B-bueno un poco.— susurró.—Quería ir a la biblioteca pero cuando llegué al pueblo perdí a mis amigos y no sé cómo volver.
Me quité el delantal me acerqué.
—Yo te llevo.
Bajamos al pueblo el chico comenzó a hacerme preguntas.
—Por cierto ¿Qué estabas haciendo en el jardín?
—Tendía la ropa.—respondí en tono seco.
—¡Oh! ¿así es como se hace? en casa los sirvientes hacen todo y nunca me dejan ayudar.
Bufé pensando en que este chico no sabía nada del mundo, decidí cambiar de tema y le pregunté porqué buscaba la biblioteca, antes de darme cuenta tuvimos una amena conversación de libros, historia y lugares que nos gustaría conocer, era obvio que el chico era un empollón de primera y para mi fortuna no se burlaba de mi ropa andrajosa a pesar de que vestía con ropas caras.
—Por cierto no me has dicho tu nombre.—dijo mientras caminábamos por el pueblo.
—Todos me llaman Cinderelle.—dije cubriendo mi brazo sucio con la manga, odiaba estar lleno de manchas de hollín y cenizas.
—Vaaaaale, pero yo hablo de tu nombre verdadero.
Me detuve en seco, incluso los ancianos del pueblo me llamaban así, creo que lo olvidé por completo.....sólo mi madre me había llamado por mi nombre incluso antes de morir....mi nombre....nombre....
—..........Aras.
Su sonrisa fue tan grande y radiante que mi corazón de pronto latió tan fuerte como nunca antes lo hizo.
—¡Es un nombre precioso!—para mi sorpresa me tomó la mano.—Es un placer Aras, yo soy Marcos.
Sonreí agradecido por su gesto, hace años que nadie me llamaba por mi nombre que fue como volver a sentirme humano y no un simple trapeador.
Llegamos a la biblioteca y aunque no quería despedirme sólo pude dar media vuelta para alejarme.
—¡Espera, Aras!—Marcos tomó mi mano y me miró seriamente.—No te he dado las gracias.
—No hace falta, fue agradable hablar con alguien.
Marcos parecía reacio a dejarme ir, entonces sacó algo se su capa y me lo dio.
—¡Por favor acepta esto!—me entregó un sobre blanco.—Pronto será mi cumpleaños y quiero que vengas, fue genial hablar contigo.
Me sonrió y se fue corriendo hacia la biblioteca, no pude evitar sonreír antes de volver a la vieja casa donde vivía y guardé el sobre con mucho cuidado.
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Cuentos de Oluwa
FanfictionSpinoff de El Príncipe y el Esclavo, donde los personajes forman parte de diferentes cuentos que van desde Caperucita Roja hasta un especial de videojuegos. ¿Cómo se desarrollarán nuestros protagonistas dentro de estos cuentos?