T O E N A I L S

643 45 31
                                    

Ya acicalados y recostados, comenzó una conversación.

-Melone, tal vez me vea un poco introvertida, pero si tenías ganas de ver mis pies solo lo hubieras pedido y ya. En pedir está el dar-. Dijiste con una sonrisa.

-No creas que es tan fácil, no preguntes lo que me ha podido pasar si pedía tal cosa-.  Respondió.

-¿Sabes? Me gustó lo que hiciste con mis pies, deberíamos repetirlo-.

-No tenía pensado en que ésta fuese la primera vez- Sonrió justo después de mirarte a los ojos.

-Melone... -

-¿Sí, querida?-

El hecho de mirarse mutuamente provocó un pequeño sonrojo en tus mejillas, pero al mismo tiempo no podías dejar de mirarlo.

-Lo disfruté mucho, y eso que no hicimos demasiado. Espero que tu también-.

-Por supuesto, querida. Pero la próxima vez te voy a enseñar cómo un hombre de verdad debe complacer a una mujer-.

Luego se acerca y te da un beso en la mano. A lo que Melone menciona;

-Aparentemente tardarán bastante en llegar, así que tenemos tiempo libre-. 

-Cierto, a parte no hay mensajes ni indicaciones nuevas, parece que sólo queda esperar-.

-Me gustaría que saliéramos a algún lugar, pero me temo que tendrá que ser otro día, ya que no podemos dejar este lugar con tanta droga-.

-Descuida, te prometo que estaré disponible para ti-. 

-¿Que tal si ordenamos una pizza?-

-¡Gran idea! - Exclamaste.

Una vez la pizza fue ordenada, ambos se sientan a la Sala de estar.

Luego de media hora de jugar en la Switch de Ghiaccio unas partidas de Smash, las cuales ambos jugaron muy bien. Llega el repartidor de pizza y disfrutan de ella junto con un refresco mientras miran los Simpson.

-(t/n), ese Bart siempre sale con sus ocurrencias-.

-Ay, ni que decir de Homero, ahora resulta que quiere engordar para trabajar en casa, ja, ja-.

Luego de comer y acomodar todo, ambos se sientan en el sofá, luego de unos momentos te levantas, ya que necesitabas hacer algo.

Regresas con acetona, algodón y una bolsa para cosméticos.

Melone al ver dicha escena, comenzó a emocionarse.

-(T/N), ¿Qué es todo esto? -.

A lo que sonríes y respondes;

-Ah, es que ya tengo casi una semana con éste esmalte, y quisiera cambiarlo...  Te pediría ayuda pero quiero molestarte-.

-Di Molto! Pero no es ninguna molestia, al contrario, estaré encantado de ayudarte-. 

-También traje una crema, me la suelo poner 3 veces al día para cuidar mis pies-.

-(T/N), ¡Más Perfecta no puedes ser,  cuidas de tus pies, y amo eso!-.

-Ay, muchas gracias, Melone. Tan lindo como siempre-.

-Ahora, si me disculpas, ¿Cómo te gustaría comenzar? -

-Primero quiero quitar el esmalte viejo con acetona, sólo uso esmalte semi-permanente, así que tal vez cueste un poco-.

-Ese no es un problema, yo me encargo-.

Melone X Lectora - FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora