Strong || La Vida De Zeus

Capítulo 3

El ambiente en la cafetería era tranquilo y ruidoso a la vez, siempre se escuchaba el murmullo de los alumnos hablando entre ellos, riendo y posiblemente contando los rumores que se expandían por los pasillos de la escuela.

Era el único lugar en donde los colores de los uniformes escolares se mezclaban. La cafetería era amplia y muy blanca para el gusto de Zeus, había una parte techada y una parte exterior donde había mesitas con sombrillas para dar sombra y tenías la hermosa vista de un gran campo de girasoles y al fondo el bosque de Illinois.

La escuela fue construida cerca del bosque donde estaba la manada de Samuel, incluso tuvieron que quitar varios metros cuadrados de árboles para poder construir sin molestias. Gracias al gran poder que tenía Samuel en el mundo humano, pudo evitar la tala de muchas hectáreas de árboles y proteger más su manada pero incluso estaba empezando planes para mudarse a una parte más recóndita del gran bosque.

La hora del almuerzo era preciada para Zeus y Ava, siempre tomaban muy en serio sus alimentos y más si se trataba de la maravillosa comida que cocinaba Guillermo.

"¿Qué preparó mi hermosísimo tío el día de hoy?" Guillermo les ponía la comida en uno de sus amados trastes donde el contenido de quedaba caliente.

"Omelette con champiñones y jamón" Zeus gimió de solo oler la comida, mientras que Ava hizo una mueca de desagrado.

"Olvídalo, compraré algo en la cafetería" rechazó el traste donde venía su comida.

"¿Por qué? Te encanta la comida que prepara mi mamá" Zeus sacó los cubiertos de la servilleta donde venían envueltos y empezó a cortar un trozo del omelette.

"Odio los champiñones." Seguía con una mueca en el rostro.

"¿Los has probado?" Inquirió con la boca llena.

"No, pero no necesito hacerlo. Saben a lo que huele y los champiñones huelen horrible." Zeus se rió de la contestación de su prima y abrió la boca en dirección hacia ella para que pudiera ver la comida masticada en su interior. "¡Eres un asqueroso Zeus De Luque!" Arrugó el ceño mientras su primo reía y tragaba. Ava se levantó y se dirigió hacia la fila donde compraban comida.

Zeus siguió comiendo tranquilamente hasta que sintió un aroma fuerte: madera recién cortada.

Alfa.

"¿Puedo sentarme aquí?" Dejó de mirar su comida para dejarse embobar por la ronca voz del Alfa que estaba frente a él, Bastian Durán. Lo miró por unos segundos, sus ojos eran de un color tan obscuro que podía verse reflejado en ellos.

"S-sí, claro" aclaró su garganta y se acomodó bien en la silla. ¿Por qué había visto sus ojos dorados antes?

Bastian se sentó justo enfrente suyo y le sonrió coqueto.

"¿Eres nuevo por aquí? Nunca te había visto"

"Am..."

"¿Acaso está usando el uniforme de otro color? Estaba segura que el azul es para los de primer año" Ava llegó con su charola con comida y se sentó junto a Bastian. Zeus sonrió apenado por el comentario de su prima.

"No sabía que tenías una secretaria" se dirigió a él con cierta molestia en su voz.

"No la tiene. Soy su prima y mejor amiga" le sonrió de una manera sarcástica. "Ahora, no sé que tengas con mi primo pero me temo que no se va a poder. Adiós" Tan pronto como dijo eso, comenzó a comer sin importarle la presencia del Alfa.

Zeus lucía apenado y lo único que pudo hacer fue modular un "lo siento" hacia Bastian el cual empezaba a desprender un olor agrio.

"¿Sigues aquí? Calma tus hormonas y fuera de nuestra mesa, Durán." Los ojos de Ava parpadearon por un momento, convirtiéndose en un par de ojos de gato color dorado y después regresando a su color normal.