1

737 103 16
                                    

—Espera...—con un abrazo, JongIn se encargó de que KyungSoo volviera a la cama.

Los cubrió con las sábanas en el que el pequeño se acomodaba a su lado y dejaba su cabeza reposar sobre el pecho del mayor.

—Todavía falta media hora, quédate un ratito más—siguió diciendo a pasar de que KyungSoo Ya había accedido a sus peticiones.

Pero cuando menos se lo espero, KyungSoo se levantó de repente, alejándose de él para rápidamente ir hasta el armario y buscar algo dentro de él.

—¡Bebé!—se quejo al ver los calcetines en las manos de su pareja.

KyungSoo puso los ojos en blanco y prosiguió a colocarle los calcetines a JongIn, ignorando olímpicamente las quejas de éste. Lo hacía para que los pies de JongIn no se pusieran fríos, afuera estaba lloviendo y más encima eran las 4:10 AM y por alguna razón JongIn no quería apagar el aire acondicionado.

—De paso cámbiale el cojín a la silla—nuevamente hablo JongIn, aprovechando que KyungSoo estaba de pie para pedirle que cambiara el cojín.

Tranquilamente KyungSoo obedeció y le cambio el cojín a la silla de ruedas, quitando el que tenía puesto para poner uno más nuevo. Según JongIn, el trasero le comenzaba a doler después de estar tanto tiempo sentado.

—Ahora ven aquí—dijo en un tono de voz lo suficientemente alto como para que KyungSoo lo escuchara.

El menor, sin ánimos de oponerse a la petición del moreno, se acostó una vez más al lado de JongIn, totalmente consciente del hecho que dentro de poco tendría que irse a la universidad.

—¿Por qué no te quedas? No me gusta quedarme solo.

Y KyungSoo sabía eso perfectamente. Desde que se habían mudado a vivir juntos, JongIn había desarrollado una clase de miedo a estar solo, KyungSoo le decía que exageraba ya que nada podría pasarle, pero el muchacho seguía insistiendo con que no se sentía cómodo estando solo en casa y además de eso necesitando de una silla con ruedas para poder movilizarse.

Le había costado mucho acostumbrarse a ella y a KyungSoo también le había costado solo un poco acostumbrarse a su nueva rutina, nunca imaginó que terminaría bañando a JongIn todo los días, pero lo hacía más por gusto que por compromiso, porque JongIn era capaz de bañarse el solito.

El departamento en el que vivían era uno que quedaba cerca de la universidad a la que ambos asistían. Contaba con el espacio suficiente para cuatro personas, y ésto fue un pequeño capricho de KyungSoo, él quería un lugar lo suficientemente grande para que JongIn pudiera ir de un lado a otros sin problema alguno.

El moreno recuerda perfectamente que durante su búsqueda por un departamento para ir a vivir ellos juntos, KyungSoo había cargado consigo una cinta métrica para saber si podría entrar sin problemas por todas y cada una de las puertas. Además de que si el edificio no tenía ascensor, él no ponía un pie adentro.

KyungSoo cuidaba de JongIn todo el tiempo, aunque no estuviera en casa, se mantenía mandándole mensaje en los cuales le preguntaba cómo iban las cosas, ya sea que el muchacho se encontrara en casa o en la misma universidad a unos cuantos edificios de distancia.

—Faltan diez minutos... ¿En serio te vas a ir?

"No puedo perder clase y lo sabes."

Solo Tú Y Yo. Solamente Nosotros Dos | KaiSoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora