Recuperando las memorias del Faraón (Yu-Gi-Oh) Atem x Mana

¿A quién escoges?

MANA

-mi faraón...- Mahad aun débil, se arrodillo. Haberse encontrado milenios en el mundo espiritual, y haber regresado al mundo físico en un instante lo debió de haber agotado. Note en él como mantenía cierta postura de respeto con esfuerzo.

Y ahí estaba él. Desconcertado por la actitud del extraño, qué estaba anteriormente apoyado en mis hombros.

-no puedo creerlo... Realmente lo pudo traer de vuelta- Marik estaba impactado y muy sorprendido, del mismo modo que los demás Ishtar. Pero más que sorprendidos se les notaba pálidos, incluso podía notar que sudaban frío. Apostaría qué ellos solo me ayudaron con todo lo relacionado con el hechizo, más por su sentimiento del deber que tenían al ser guardianes de la tumba, que porque realmente creían en mí y en mis capacidades como maga. Ellos definitivamente no pensaban que realmente funcionaria y que tendría la capacidad suficiente. Y sin embargo, incluso yo tenia también mis dudas si iba a ser capaz de realizar un hechizo de tal magnitud con éxito.

La sorpresa de tener devuelta a Mahad era muy especial para mi, pero al mismo tiempo sentía un terror ante la situación en la que nos encontrábamos.

-Mana... - la voz de Seto hizo que saliera del trance. Y no solo a mi, también de los demás. Rápidamente tome del brazo a Mahad cuando me percate que esté estaba a punto de caer. Y poco a poco lo fui reincorporado a mi para ser de apoyo.

-lamento mucho tener que mostrarme ante uted en tal estado- Mahad mantenía su cabeza baja pidiéndole perdón a Yugi.

-Amm... ¿No te preocupes? - podía ver la cara del faraón con confusión. Pero a la vez intentaba comprender la situación del nuevo desconocido. Después de todo se encontraba débil y pálido.

-como sea... Mana necesitamos irnos- Seto estaba enojado. Reconozco ese tono de voz, lo escuche millones de veces durante su vida pasada siendo el sacerdote Seth, siempre que realizaba alguna travesura a los guardias, o unos de mis hechizos salía mal que llegaba a dañar algunas partes del palacio. Pero... Nunca había vuelto a escuchar ese tono de voz en Seto, no en esta vida, aún estando enojado él fue realmente comprensivo cuando realizaba algo mal. Realmente no entendía porque pero comencé a sentir como penetraba con su mirada a Mahad y a mí.

-¿Seth?- o no... Mahad aún no sabe lo que está pasando. - creo recordar que Mana es MI aprendiz, no tienes el derecho de exigirle nada- a pesar que Mahad se encontraba débil aún tuvo la fuerza para "defenderme" del quién él cree que es Seth. ¿Aunque en parte lo es?

Seto se encontraba ahora furioso.

-no se a quién le estés hablando, pero mi nombre es Seto Kaiba. Y Mana esta bajo mi cuidado- no podía argumentar nada, él tenía razón... Pero no podía a dejar a Mahad solo, esta confundido e inestable.

-S... Seto, se que es difícil que yo te diga ésto pero... Necesito quedarme con él por un rato- tenía escalofríos cuando él retomó su mirada a mi. Claramente me decía que debería irme con él, dejando al nuevo desconocido solo, y sin decir otra palabra ni contradecirle.

-Seto creo que deberías calmarte- Ishizu habló interviniendo entre lo que parecía una pelea con las miradas. Si no hubiera interrumpido estoy segura que Seto hubiese ganado.

-Esto no te incumbe a ti Ishizu, esto es entre Mana y yo- Seto me tomo de la muñeca, esperando que rápidamente lo siguiera.

-creo que te deje claro que ella no tiene porqué seguir alguna exigencia tuya- Mahad comenzó a incorporarse con la ayuda de la pared, provocando que dejara de ayudarlo para mantenerse de pie y haciendo contacto visual con Seto. Claramente y desde hace milenios Mahad y Seth no tenían una buena relación. Y aunque estos se conocían desde la niñez les fue imposible realizar algún lazo amigable. Ambos fueron entrenados enseñándoles las artes mágicas, para poder servir y defender del mismo modo a quién sería el futuro faraón de Egipto.