🐇 Encuentro en Hawaii Pt. 2.

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¡Ese teléfono lo estaba volviéndolo loco!

No es que le molestara la cantidad de llamadas y mensajes que recibía, puesto que el dispositivo estaba en silencio; sino más bien el no saber a quien pertenecía. ¿A qué tonto se le olvidaría preguntarle el nombre? Pues sólo a él... a él y a JiMin, que también había estado presente.

—Das miedo —reprendió el de manos pequeñas después de un gran momento de silencio —ya, baja eso. Parece que está robando tu alma si lo miras de esa forma.

JungKook suspiró resignado y se sentó en el sofá haciendo espacio para que JiMin se sentara a su lado. Porque sí, JungKook no tenía de otra que dormir en el sofá.

—Déjame ver, ¿qué tienes aquí? —preguntó el mayor, tomando el teléfono de las manos de JungKook. Lo examinó por un momento —¿De dónde lo sacaste? ¡Espera! No me digas que és de...
—De la chica con la que tropezé hace horas, sí, es de ella —afirmó el menor.
—¡Wah! Primero robas dinero y ahora celulares. JungKook eso no es nada decente —se burló JiMin, recibiendo un golpe por parte de JungKook —¡Eh! Basta. Deja la violencia.
—No lo robé —explicó —Sólo no me di cuenta que lo tenía conmigo hasta que regresamos con nuestros hyungs. Para ese momento ella ya no estaba.
—Oh, entiendo. Y supongo que quieres devolvérselo —preguntó JiMin y el menor asintió.
—Pero no sé como encontrarla o contactarla.
—¿Y por qué no la llamas? —preguntó el mayor.

JungKook lo miró sin decir ni una sola palabra, esperando que este captara lo ilógico que era esa idea.

—¿Qué? —preguntó JiMin el notar como JungKook lo observaba —¡Oh, cierto! Tú tienes su teléfono... Bueno, podrías intentar contactar con estos números.

JiMin señaló la infinidad de mensajes y llamadas que recibía el teléfono.

—Sí, al principio pensé en eso —admitió —pero tiene clave. Y antes de que digas algo más, sí, intenté adivinarla... lo bueno es que me detuve antes terminar bloqueándolo por siete años. Al menos solo tendré que esperar un día y tres horas y media más antes de intentarlo de nuevo.

JiMin miró a su amigo, estupefacto.

—Eres increíble, Jeon.

»»——⍟——««

Lo que quedaba del día transcurrió con tranquilidad. JungKook no le dijo nada a sus hyungs de ese teléfono e hizo jurar a JiMin que tampoco lo haría. Los siete chicos salieron a recorrer las calles una vez más mientras disfrutaban la compañía de cada uno. Y JungKook estuvo alerta de encontrarla, cosa que no sucedió. Aún así, no perdía la esperanza de encontrarla de nuevo.

Después de su largo recorrido, regresaron todos a su lugar de hospedaje para poder descansar. Estaba dispuesto a buscarla de nuevo el día siguiente.

»»——⍟——««

Comenzaron temprano y no perdieron tiempo en prepararse. Salieron a recorrer las calles una vez más. ¿Qué no hicieron estos chicos? Sólamente permanecer en un ambiente aburrido y monótono.

De vez en cuando, JungKook revisaba el teléfono que escondía de sus mayores, y cada vez faltaba menos para que este terminara su cuenta regresiva. Suspiraba ansioso, pues no tenía mucha paciencia. Pero aún había tiempo, el cielo aún estaba claro por suerte los chicos habían decidido regresar al lugar dónde habían iniciado su persecusión el día anterior.

JungKook estaba más que alerta, miraba seguido a todos lados. Por suerte iba hasta atrás de todos sus hyungs, pero seguro quedaría como un distraído frente a las cámaras.

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