16."Reunión de revoltosos."

683 56 4
                                    

Jayden's P.O.V

Aclaremos algo, en mí familia las reuniones familiares son algo común, la mayoria de los domingos mí padre compra suficiente comida como para alimentar a dos tropas completas, porque eso somos, una gigante tropa, quitando a mis tios no sanguíneos, tengo seis tíos por parte de mí papá y dos de mí mamá, la mayoria de estos tios tienen hijos, lo cual equivale a más adolescentes, sin contar al resto de mis primos y bueno, mis abuelos, somos suficientes como para hacer minimo siete equipos de hockie, sin exagerar.

Normalmente me pongo muy alegre con estas reuniones ¿Pero ahora? Ahora solo quiero encerrarme en mí habitación lejos de cualquier cosa que respire, incluyendo la supuesta tarta de mamá.

Pero aquí estoy, ayudando a mamá a ordenar las cosas en el patio.

— ¿Jayden? ¿Me estas escuchando?—mamá silva y mueve su mano delante de mí vista, tratando de llamar mí atención, pestañeo un par de veces hasta que reacciono.— Cariño ¿Estas bien?

— Sí, ma, no te preocupes, solo tengo dolor de cabeza.—mamá se acerca a mí y me analiza con la mirada antes de colocar una mano en mí mejilla y acariciarla.

— No te creo ni un poco, pero me haré la loca y dejaré que te vayas a tú habitación.—me sonríe levemente y deja un beso en mí mejilla (ya que le saco una cabeza en altura).

Le sonrío levemente y dejo un beso en su frente para luego empezar a caminar hacia mí habitación, en el camino me consigo con Charleen y las niñas, dejo un beso en la frente de cada una y choco las cinco con el esposo de Charleen y claramente mí cuñado.

— ¿Qué tienes?—me pregunta Ashley mientras frunce el ceño.

— Nada, pequeña, no te preocupes.—sonrío y revuelvo su cabello, ella suelta un jadeo de molestia y me mira amenazante, antes de que esa diva pueda llevar a hacerme algo ya estoy subiendo las escaleras hasta mí habitación.

Cuando estoy dentro de ella me tiro encima de mí cama y suspiro.

No he podido dejar de pensar en McKenzie desde ayer.

Parte de que esté tan raro hoy es que no he dormido nada, toda la noche me la pasé pensando en lo feliz que se veía McKenzie con Jordy y lo genuina que se veía su sonrisa.

— ¡Mierda otra víctima del sartén de mamá!—el grito de Piper hace que me levante de un brinco de la cama, ella suelta una carcajada mientras se tira al piso a reír.

Maldita salamandra.

— Casi me provocas un ataque al corazón, Piper.—mi hermana menor se deja de reír al escucharme, se levanta del suelo y me examina de arriba a abajo.

— ¿Y a ti que mosca te picó? ¿Donde están los insultos? ¿Las cosquillas? ¿Los almohadazos? ¿Algo?—dice confusa.

— No estoy...—antes de que pueda terminar la oración Piper de un empujón hace que me siente en la cama y me mira de brazos cruzados.

— Habla.

— ¿Que acaso no puedo tener días malos?

— No, estamos hablando de ti, Jayden White, el que grita animos a las cuatro vientos, podrás engañar a Charleen si quieres, pero a mí no, te conozco Jayden, eres como mí gemelo, se que tienes algo y no me voy a ir hasta que me lo digas.—Piper se cruza de brazos y me mira con autoridad.

Suspiro y la miro, Piper es demasiado testaruda, digamos que eso lo sacó de mamá, cuando quiere algo mueve cielo y tierra para conseguirlo, y creo que esta vez no voy a poder escaparme de esto.

— ¿Qué quieres saber?—digo rodando los ojos.

— Todo.

— A ver, sabes que hay dos chicas, bueno, una de ellas me gusta o al menos eso creo, y por la otra no tengo mis sentimientos claros, por la segunda es como si tuviera una necesidad de cuidarla siempre, de protegerla de cualquier cosa que pudiera hacerle el más mínimo daño, ayudarla, aconsejarla, estar con ella cada minuto porque lo disfruto un montón estar con ella, pero ella... Ella ya es feliz con otra persona, pero la primera chica me da una curiosidad, siento que hay algo en ella que me muero por descubrir, me intriga a pesar de que pueda leerla como un libro abierto, pero al mismo tiempo hay algo que no termina de cerrarle con ella, siento que eso mismo que quiero descubrir es algo que no debería ¿Me entiendes?—Piper asiente levemente.— pero me gustan ambas, pero entre ellas no se llevan bien y...

— Una tiene novio.—hace énfasis en la palabra novio como si en algún momento por mí mente haya pasado "robarle" la novia a Jordy.

— Piper, no debes recalcarme algo que ya sé.—digo mirándola serio.

Piper ríe y se arrodilla delante mío tomando mis manos.

— Se que no te lo digo muy seguido, pero te amo un montón, eres uno de mis mayores ejemplos a seguir y no puedo estar más orgullosa de que tú seas mí hermano, eres todo lo que yo quisiera ser, pero no te preocupes por cosas del amor ¿Bien? Hay un montón de chicas que te tocan por conocer, si el destino verdaderamente quisiera que estuvieras con alguna de ellas dos ya te hubiera dado una señal.—Piper deja un beso en mí mejilla seguido de un ligero golpe en mí hombro.— ya, tú dotación de cariño por mí parte se acabó.

— No sabía que si quiera me dieras cariño.—hago una mueca y ella me enseña su dedo medio antes de salir de mí habitación.

Cuando pretendo simplemente tirarme en cama y dormir un rato, el griterío de mis amigos seguido con los "callense" de mis tios-no tíos me indica que esas bestias estab por venir a molestarme.

— ¡A donde está el mejor amigo del mundo!—suelto una carcajada al escuchar la voz de Vanessa seguido de un peso extra en mi cama.

— ¿Y tú que te fumaste para estar tan feliz?—pregunto divertido mientras me giro a mirala.

— Alguien consiguió el número del hermano de McKenzie.—dice Jason divertido mientras se cruza de brazos.

Miro a Vanessa sorprendido mientras ella sonríe con inocencia.

— ¿No que tiene veintiuno?—pregunto mientras que la miro a ella y luego a los demás.

— Sí, pero así mejor, además no pienso hacer nada fuera de lo común con él, en un par de meses cumplo los dieciocho, lo tengo todo perfectamente calculado.—Vanessa me mira orgullosa de lo que sea que tenga 'perfectamente calculado'

— A veces me dan miedo sus planes malévolos.—digo mientras hago una mueca.

— Ah, y los que faltan.—dice Melanie mientras me toma de brazo y hace que me levante de la cama.— vamos, muevete, allá abajo hay comida.

Río al escucharla, esa es una clave que normalmente siempre usábamos de pequeños cuando pasaban cosas interesantes en estas reuniones, cosas como enfrentamientos entre mi abuela Isabella y mi abuelo Marcus o mi tía Emma contra mi abuelo Marcus.

— ¿Que hay allá abajo que sea tan importante de...—las palabras se atoran en mí boca cuando logro escuchar la risa de McKenzie, miro a Melanie horrorizado y ella sonríe con inocencia.— no, te volviste loca, no pienso...—suelto un bajo gruñido cuando ella me empuja hacia McKenzie, ella se sujeta con fuerza de mí brazo para no caerse mientras suelta un pequeño grito.— ¡Perdón! La loca de Melanie tiene algunos arranques.—digo entre dientes mientras miro a la mencionada.

— No te preocupes, estoy bien.—asiente levemente y me sonríe a medias.

Tengo que alejarme un poco de ella para poder reaccionar y carraspeo mi garganta.

— ¿Que hacen por aquí?—digo notando que no viene sola sino que su familia se encuentra siendo arrastrados por mí madre mientras se los presenta al resto de mí familia.

— Tú mamá nos invitó.—dice, su mirada viaja hacia mis amigos, que se encuentran detrás de mí y sonríe.— ¡Chicas!—dice con emoción.

Mis amigas se acercan a ella, empujandome poco a poco hasta dejarme fuera de su circulo, miro a los chicos que mantienen una ligera mueca en su rostro.

— Fue una mala idea.—les susurro mientras empiezo a caminar hacia el patio.

¡S.O.S WHITE! (SS#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora