Hey, Sensei! Histoshi × Aizawa

¿Pelea entre rubios?

Otro pesado día escolar para los estudiantes de UA había comenzado, pero en cambio hermoso para Shinsou al saber que vería a su persona favorita.

Sus días en la clase 1-A no habían mejorado del todo pero por lo menos ahora le saludaban y este contestaba alegre; este sin duda era un hermoso y pacífico día para él, nada de que preocuparse, nada de estrés, nada de nada. Sólo había unos ojos que lo miraban diferente, lo analizaban...

En cambio en la aula el 1-B, cierto rubio estaba anotando cosas en su cuaderno, haciendo cálculos y sacando conclusiones para perjudicar a la clase 1-A, Monoma no hacía esto para hacerle daño a Hitoshi, si no para bajar la reputación de todo un grupo y que su clase ganara admiración por parte de él, así sería un héroe.

"¡Tadán!"
Pensaba en su perversa mente y si, el había descubierto la relación amorosa de profesor y alumno que llevaban Aizawa y Shinsou y ahora estaba dispuesto a decirlo.

Hora de salida

Todas las clases estaban felices de salir cinco minutos antes, tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta hablando sobre sus chismes y cosas divertidas.

Para el pequeño Hitoshi era diferente, el aula estaba sola y el se quedaba esperando por su linda pareja, sentado en un pupitre y cabizbajo con las manos sobre la paleta, totalmente sonrojado y listo para recibir.

Por otro lado...
-Oye, Bakugo~ ¿Qué tienes?- dijo Kirishima persiguiendo a un rubio cenizo
-¡Tch! Muérete- le sonríe coqueto mientras caminaba con sus caderas de manera sensual
-Cusndo te pones así, me prendes...- lo alcanza y lo abraza por detrás, lamiendo y mordisqueando su oreja
-P-pelos de mierda, aquí no-

Y así se estuvieron meneando un rato en el baño y decidieron irse a sus dormitorios por fin, de regreso observan a cierto rubio observando su aula."¿Qué mierda?" pensaba al observarlo tan curioso observándose por la ventana de la puerta. Este miro a Kirishima y ambos pensaron hacer algo al respecto.

-Oye rubio castrozo- apareció Bakugou detrás de él y lo tomó del hombro apretándolo con fuerza
-¿Eehh? Bakugo, que agradable sorpresa- sonríe como si nada hubiera pasado

Ambos se miran retadoramente, con intenciones de pelear, pero cierto pelirrojo tomó a Katsuki del brazo pacíficamente llamando también la atención de Monoma.

-Oigan chicos, creo que deben arreglar esto afuera- Sonríe con sus hermosos y afiliados dientes a ambos y los convence de salir

-¿Y bien, Bakugo?-
-Personas cómo tú me enferman- sus manos empiezan a aventar chispas preparadas para explotarlo.

Sin embargo, por sus antecedentes ya había peleado con Midoriya y una pelea más arruinaría su expediente además del castigo que le daría Aizawa-Sensei. Decidió calmarse y se lanzó contra él, ahora está era una pela de rubios por saber cuál era más fuerte, todo era a puño limpio, si hacían sonido con alguna explosión o algo los directivos se darían cuenta y los regañarían, así estuvieron un rato forzajeado hasta que Bakugo lo aprehendió dejándolo en el suelo con las manos de Neito en su espalda-

-Si veo que arruinas la felicidad de él o de alguna otra persona, voy a matarte- estás fueron sus últimas palabras para amarrarlo y dejarlo en el suelo.

Bakugo se fue dejándole una buena lección y Kirishima tan solo pudo verlo totalmente sonrojado. Caminaban, ahora sí, junto

-B-Bakugo...-
-¿Si? -
-Eres tan varonil...-
-Haha, idiota-
-Voy a darte buena una recompensa-
-Más te vale que sea buena- arquea una de sus cejas y lo toma de las quijadas dándole un pequeño beso

•••

Hitoshi y Aizawa salieron de aquella aula demasiado agitados y con la ropa desarreglada, algunas marcas en sus cuellos se hacían presentes pero sobre todo, unas sonrisas cálidas sobre sus rostros. Las piernas de Hitoshi estaban temblorosas y no podía caminar sin soltar alguno que otro jadeo, así que Aizawa lo cargó como a una princesa llevándolo cautelosamente a su habitación.