FIRST DREAM

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Capítulo IV











Soñé que lloraba de alegría
porque vi en tus ojos 
lo radiante que se veía
nuestras vidas
llore y llore tanto que 
cuando desperté llovía.







Me puse en pie. De una vista panorámica aprecié la gran cantidad de verde a mí alrededor, un campo medianamente grande y al final de éste, un bosque.
Un montón de niños corriendo tras una pelota, otros tantos volando papalotes, unos pocos con sus padres y yo en medio de todos. Más adelante visualicé un grupo de adolescentes, me acerqué a ellos y sin importarme parecer un ebrio, pedófilo, secuestrador, o raro me senté entre ellos y hablé.

–Hey, chicos. ¿Saben que lugar es este?

Los segundos de completo silencio incómodo me hicieron arrepentir de acercarme a los adolescentes cuando pude ir con los adultos, hasta podrían haberme invitado a comer parrillada en sus cabañas.

–Eres extranjero ¿Cierto? –. Contestó por fin uno de ellos.

La pregunta me extraño por un momento, pero claro, al verlos a todos me di cuenta. Ojos grandes, redondos, ~escondidos tras unas pestañas largas, gruesas, y lo suficientemente tupidas para parecer postizas~ observaban con atención mis ojos rasgados, pequeños, con pestañas delgadas, claras, apenas visibles.

–Lo soy...creo.

–Marquesa... El lugar donde te encuentras, este lugar, todo lo que ves a tu alrededor tiene el nombre de Marquesa–. Consideraba ojos grandes los de aquellos adolescentes curiosos con los que intercambié miradas por milésimas de segundo gracias a la atención que mi inesperada llegada causó.
Pero a ese par de cautivantes ojos cafés no les ví, y no me explico porqué, ya que sin duda son más grandes, más redondos, más claros y por consecuencia más llamativos ~estos no se encuentran escondidos, al contrario, los hacen resaltar aún más unas pestañas rizadas~. Clavados en los míos, y los míos en los suyos.

Algo explotó, lo sé por el calor quemandome: las orejas, las mejillas, y todo el resto del cuerpo, los oídos aturdidos, el cuerpo entumecido,la vista nublada apenas permitiéndome enfocar un solo objetivo, sin embargo, parece que soy el único en sentir el impacto.

Mi visión mejora y ya puedo apreciar más detalles, como el contraste del rojo de su cabello con el verde de los árboles detrás de ella, como la perfecta simetría de sus cejas, como lo rosado de sus mejillas, como lo bonita que me parece su nariz y la punta de esta... Soy interrumpido.

Uno de los los adolescentes me sacude de un hombro.

–Changkyun, despierta, vamos, despierta ya.

¿Despertar? ¿De qué? ¿Lo que explotó no solo me dejó atónito sino medio muerto? ¿Fue ella la responsable de que me encuentre luchando por mí vida? (Si ese fuera el caso) Quizá sí fue ese rojo en su cabello que lo hizo estallar todo.

18 de Marzo, 2017

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18 de Marzo, 2017.

Kihyun no deja de darme palmaditas en un hombro, como si eso fuese suficiente para hacerme volver a la realidad después de lo que soñé.

–Vamos, eres el último en despertar.

Termino con las palmaditas en mi hombro y salió de la habitación.

Me acomode lentamente en la orilla de la cama, sentado, me perdí en las costuras de mis sandalias, es algo que acostumbro hacer, bueno, creo que todo el mundo lo hace, mientras esperamos a que el cerebro termine de despertar. Luego paso a los dedos de mis pies, ahí mi cerebro ya es capaz de repasar una y otra vez mi sueño, es la primera vez que sueño con algo así, con una chica en especial, y los cosquilleos en mi estómago me advierten que es algo en lo que estaré pensando todo el día.

Quizá es una persona que ya he visto, o una persona que pronto veré, de las personas que conozco, soy bueno con los nombres y caras, pero nunca se sabe.

No puedo evitar sentirme emocionado por la intriga, podría significar algo y podría significar nada, podría ser la nueva trabajadora de la cafetería que frecuentamos los chicos y yo, o podría no existir, podría ser un producto de mi imaginación que me presenta la chica ideal para mí, podría ser mi subconsciente echándome en cara que llevo sin pareja años y que muy probablemente me encuentre muy necesitado, podría ser mi vecina, o podría ser la vecina de alguien más al otro lado del mundo.

Con un inesperado impulsó en cuestión de minutos ya me encuentro con los pies fuera de mi apartamento con la ilusión de encontrar su flamante cabello rojo entre los pelinegros ciudadanos de Seúl.

–¿Pasamos por un café primero? –. Sugiere uno de los chicos.

–¡Si, si vamos! –. Habla mi idea de encontrarla viéndome con atención para no perder ni un detalle con esos grandes ojos mientras le doy indicaciones de cómo me gusta el café. Sin embargo no hay caras nuevas en el café.

De camino a la empresa no la encontré cruzando la calle, no la encontré chocando conmigo por accidente (eso sí que me da algo de vergüenza, ya que soy conciente de los encuentros románticos cliché que espero), no la encontré entre el staff,no la encontré entre la chica que me prueba la ropa, no la encontré en ninguno de los trabajadores de la empresa, no la encontré cuando salí, no la encontré cuando fui a comer, no la encontré camino a mí departamento y no la encontré... Hasta que volví a dormir.

ᴅ ᴀ ʏ ᴅ ʀ ᴇ ᴀ ᴍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora