Capitulo 4: Gracias, par de ángeles rubios

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La puerta se abrió y unos hombres corpulentos entraron, de inmediato posaron su vista en mí y una macabra sonrisa se formo en los labios del que iba adelante. Quería correr pero las piernas como esta mañana no respondían.

-Justo lo que buscábamos. Winster estará más que contenta- pronuncio acercándose al lugar donde estaba parada y en ese instante mis piernas reaccionaron, con torpeza trate de correr hasta la escalera, fue en vano, al pisar  el primer escalón unos brazos rodearon con fuerza mi cintura, que  me impidió proseguir-¿Dónde cree que vas mocosa?- dijo con un tono de burla en sus palabras.

-¡AYUD…!- mis gritos se ahogaron gracias al pañuelo que pusieron en mi boca, el cual por el aroma indicaba que contenía somnífero. Estaba más que segura que de aquí no salía.

Mantén la respiración.

Escuche una voz femenina, pero al parecer los dos hombres no escucharon nada ¿Me estoy volviendo loca?

Mantén la respiración, deja de resistirte y has que estás inconsciente.

Repitió aquella voz, ahora con más autoridad y dudando un poco le hice caso.

El hombre retiro el pedazo de tela de mi rostro y como un costal de papa me cargo a su hombro. Las gotas de lluvia chocaban contra mi cuerpo diciéndome que ya estaba afuera.

-¡Esta mocosa siempre tan predecible!-

-Tienes razón, la primera vez también había venido aquí cuando escapo –

-¡Solo es una mocosa tonta!- 

Tienes 3 segundos luego de que te suelte en el auto para destrabar la puerta sin que te vea.

Otra vez la voz se hizo presente ¿Quién es esa voz?

El sujeto que me tenia dejo de caminar, se escucho el sonido de  unas  llaves chocar entre si y luego la puerta de un coche abrirse. Sin ninguna sutileza me bajo a lo que presentí  fue el asiento trasero del auto, un sonido fuerte dio a entender que la puerta volvió a cerrarse. 

¡Ahora!

Abrí los ojos y con el miedo recorriendo cada poro de mi cuerpo destrabé la puerta  frente a mí. El segundo termino y volví a la posición en que estaba antes, las puertas de adelante de abrieron y el mismo sonido que antes se repitió. El auto comenzó su marcha y yo solo esperaba más indicaciones de la misteriosa voz.

Los minutos pasaron y la voz ya no dio ninguna indicación, quizás solo era mi subconsciente dándome ordenes y no podía saberlo por el pánico en mi cuerpo ¿Realmente era mi subconsciente?

Cuando el auto se detenga, sal y corre calle abajo.

No definitivamente no era mi subconsciente, pero segura de eso igualmente seguí sus instrucciones, de todas formas me estaba ayudando.

Recuerda, corre sin importar que.

¿Sin importara qué? Apenas me pregunte eso un esplendor se hizo presente, que se podía notar aun con los ojos cerrados  acompañado de un estruendoso ruido, como si algo muy pesado cayera desde el cielo. El conductor realizo algunas maniobras al parecer para no chocar con aquello.

-¡¿QUE CARAJOS ES ESO?!- escuche decir a uno y  sonidos dándome a entender que salieron del auto. De inmediato  me levante y repetí el acto. Un esplendor blanco frente al coche mantenía toda la atención de mis secuestradores. Agradecí esa inoportuna luz y con el corazón en la boca comencé a correr a toda velocidad calle abajo.

****Narra Niall****

Siempre a tu lado Pausado {Zayn y Karen} EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora