𝐂𝐇𝐀𝐎𝐓𝐈𝐒𝐂𝐇. | Jacob Black. [1]

ㅤ ㅤ ㅤ𝐱𝐯. discovered.

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ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ EL SONIDO DE LA PUERTA SIENDO golpeada resonó por toda la casa, alguien la estaba aporreando con bastante fuerza. Ni siquiera hice el amago de levantarme, desde lo que había sucedido no era capaz de concentrarme en casi nada. Seguía buscándole el sentido a todo lo ocurrido, pero era incapaz. No podía encontrarle ninguna lógica.

Y es que más allá de una llamada repentina de Sam, justo cuando llegué a mi casa, como si se hubiera olido algo; no hablé con nadie más. Mucho menos cuando el quileute me pilló en mi escapada al bosque. No sabía cómo se había enterado, quizás había sido fruto de su instinto... no tengo ni idea. Pero en cuánto la pregunta emergió de sus labios y la respuesta (negativa) salió de los míos: me pilló. No sabía mentirle.

Como resultado había doblado mis horas en el trabajo, de nuevo. Estaba tomando una extraña afición a hacerlo.

──── ¿Quiere alguien abrir la puerta? ────preguntó mi tía con irritación, juraría que estaba preparando la comida en aquel momento.

──── ¡Que vaya Saskia! ────exclamó Paige.

Mis intenciones de ir a abrir eran nulas, estaba demasiado concentrada en distraer mi mente -aunque fuese unos segundos- en lo que terminaba de ordenar mi habitación. Alice, ya molesta, y al ver que ninguna de las dos acudía a abrir la puerta: fue ella misma quién lo hizo.

Pocos minutos después mi puerta se abrió, dejándome ver a una Bella cabreada. Me quedé quieta sin saber qué pensar exactamente, más que nada porque mi mente no comprendía qué hacía ella aquí. Desde la última vez que habíamos quedado no la había vuelto a ver, tampoco a hablar. Aunque fue algo mutuo. De eso había pasado un día, pero parecía que hubiese sido más. Mucho más. Sobre todo porque no había salido de mi habitación en todo ese tiempo, me había auto-recluido.

Comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación, como queriendo decir algo pero sin saber como hacerlo, movió las manos de forma frenética. Terminé por fruncir el ceño con cierta molestia.

──── ¿Quieres soltar lo qué sea que tengas que decir de una vez? Me estás poniendo de los nervios.

Entonces se detuvo, me miró con una mueca:──── Todo es culpa de Sam.

──── ¿Qué? ¿De qué narices hablas ahora?

──── ¡De Jake! ────exclamó como si fuese lo más obvio de todo. ──── ¿Recuerdas cuándo nos comentó que tenía miedo de Sam? Pues... hablamos más de una vez del tema. Dijo que les había pasado algo extraño a los otros chicos de su edad ────habló atropelladamente.──── Ahora actúa de la manera que temía.